La renuncia de Jorge Insunza como ministro Secretario General de la Presidencia por sus asesorías a empresas mineras generó un áspero debate entre los panelistas de Tolerancia Cero Fernando Villegas y Felipe Bianchi.
Y es que Villegas apuntó que la salida de Insunza muestra que “el discurso políticamente correcto es colgar gente a los árboles si lo pillan que tiene una más mínima mancha, porque ahora se convirtió en mancha ganar dinero. A mí me parece francamente una estupidez”.
“Vamos a terminar, no entregando la política a los arcángeles, sino a los canallas que se hacen pasar por puros, a los demagogos”, agregó, lo cual encontró respuesta en Bianchi, quien le respondió: “Si tú quieres dejar libre para que cada uno haga lo que quiera…” y acto seguido declaró que “voy a hacer educación cívica a tu costa”, enumerando normas sobre incompatibilidades parlamentarias.
Frente a esto, Fernando Villegas espetó: “Hazle esta clase lección de educación cívica a los nenes de 5 o 6 años”, por lo que Bianchi consignó que “acabas de decir una estupidez, Fernando, qué quieres que te diga. Cómo va a ser cínica la gente cuando pide reglas”.
Villegas: Lamentablemente, Felipe, la pasión o la insolencia no equivalen a la inteligencia, aunque suenen parecido… Yo en general no digo lo que tiene que haber o no tiene que haber, no me subo en un altar de los discursos morales, como lo haces tú”.
Bianchi: “Respetemos las leyes”.
Villegas: “Yo simplemente observo que en la realidad de la vida las reglas son necesarias, pero también hay que entender que en las sociedades de verdad, y no en las que te fabricas tú en tu cabeza, las cosas funcionan de otra manera. Se trata de entender la realidad y no de darle lecciones a la realidad. Eso no es equivalente como has dicho y a que yo esté proponiendo”.
Bianchi: “O sea, todo vale”.
Villegas: “No. Vuelves a equivocarte. Ese adjetivo de estupidez vas a tener que usarlo para tus palabras, y no para las mías”.
Fue tal el nivel de tensión, que tuvo que apaciguar los ánimos el ex ministro Francisco Vidal, quien los invitó a que “bajemos la pasión, muchachos”.