Ad portas de una nueva Teletón, surge un dato que incomoda y que da el tono al problema: las personas con discapacidad suelen enfrentar seis o siete entrevistas laborales antes de conseguir un empleo, mientras que la población general pasa por dos o tres. Esa brecha —sumada a la ansiedad, el estrés, la comunicación y la inseguridad que generan este tipo de instancias— se vuelve una barrera enorme para su empleabilidad.
Para enfrentar ese punto crítico, la Universidad Andrés Bello (UNAB), a través del Instituto de Tecnologías para la Innovación en Salud y Bienestar (ITiSB), junto con Teletón y el programa “Juégatela por la Innovación e Impulsa el Cambio en Salud” del CENS y Pro Salud Chile, desarrollaron ELVIR, un entrenador virtual que utilizando la última tecnología disponible prepara a jóvenes y adultos con discapacidad para entrevistas laborales reales.

Carla Taramasco, directora del ITiSB de la Facultad de Ingeniería de la UNAB y quien lidera el proyecto, explica el corazón de la herramienta: “ELVIR es un entrenador virtual basado en avatares que nos permiten simular entrevistas laborales. Y lo primero es evaluar las competencias: cuáles son aquellas fortalezas que tiene la persona con discapacidad y cuáles son aquellas debilidades. ELVIR se adapta a las competencias de cada persona y va generando ejercicios particulares a partir de la simulación”.
La plataforma evalúa habilidades como regulación emocional, comunicación y resolución de problemas, entregando un plan de entrenamiento personalizado junto con guías prácticas y retroalimentación después de cada simulación. La idea es simple, pero poderosa. Practicar, repetir y mejorar en un entorno seguro antes de enfrentar el mundo real.
Una alianza amplia y un diseño inclusivo
La colaboración con Teletón no fue casual. Surgió tras un reto de innovación levantado por el CENS y Teletón, donde la Universidad Andrés Bello presentó un entrenador virtual que finalmente fue seleccionado. Desde entonces, el equipo desarrolló este producto viable, que hoy se prueba en laboratorio y que se espera en 2026 comenzará a probarse en los distintos centros que Teletón despliega a lo largo de Chile.
Taramasco detalla cómo nació esta alianza: “El Centro Nacional de Sistemas de Información en Salud (CENS), en conjunto con Teletón, abrieron un reto de innovación. Teletón lo levanta por la necesidad de preparar a los jóvenes con discapacidad para las entrevistas laborales y nosotros respondimos a ese desafío con un entrenador virtual con inteligencia artificial. Fuimos quienes ganamos el desafío y por eso estamos trabajando en conjunto con ellos”.
El diseño inclusivo es otro componente clave. Aunque no todas las discapacidades podrán incorporarse en la primera versión —algo que el equipo reconoce con transparencia— se partió por usuarios con discapacidad física y neurodivergencias, con acompañamiento de expertos en experiencia de usuario y accesibilidad.
La plataforma, además, será multiplataforma, es decir que podrá usarse en computador o smartphone, y contará con entrevistas simuladas que varían según género, edad y estilo comunicacional del avatar, para acercar la experiencia lo más posible a un proceso real.

“La entrevista laboral debiéramos considerarla igual que el deporte. La primera vez no nos va muy bien y la segunda tampoco, pero mientras más practicamos, mejor resulta. Esto es lo mismo: entregar técnicas, entrenar en un entorno seguro y mostrar cómo se va progresando después de cada sesión”, agrega Carla Taramasco del ITiSB.
Tecnología para incluir, no para excluir
De cara a la Teletón, la reflexión se vuelve inevitable: la tecnología puede ser un habilitador real de inclusión si se usa bien, con foco social y responsabilidad ética. Para Taramasco, ese es un desafío país: “Tenemos que entender que la tecnología es una herramienta y no un lujo. Debe ser accesible, con interfaz intuitiva, disponible en múltiples plataformas y con retroalimentación. Y todo su resguardo ético es responsabilidad de las entidades gube
amentales. Todavía tenemos desafíos en marcos regulatorios para avanzar en implementaciones más ágiles y seguras para los distintos usuarios”.
Con un prototipo funcional proyectado para 2026, ELVIR es una muestra concreta de cómo la colaboración público-privada-académica puede generar innovación con impacto social, justo en un momento del año en que Chile mira y reflexiona sobre inclusión, oportunidades y futuro.