Sanae Takaichi consiguió un logro histórico en Japón al convertirse en la primera mujer en asumir como primera ministra tras imponerse en la votación de la Cámara Baja con 237 de los 465 sufragios. Fueron solo cuatro más de los que necesitaba.
Takaichi ha sido una figura polémica por sus posturas ultraconservadoras: se opone al matrimonio igualitario y al uso de apellidos distintos entre cónyuges, defiende la sucesión masculina en la familia imperial y promueve políticas migratorias más restrictivas. Es, además, crítica de la constitución pacifista japonesa y favorable a fortalecer las capacidades militares del país.
Así, la primera ministra de Japón es defensora de aumentar el gasto público y de los recortes de impuestos, cuestionado también el alza de las tasas de interés por parte del Banco Central.
Admiradora de Margaret Thatcher, Takaichi tiene como objetivo “convertirme en la Dama de Hierro” de Japón, según afirmó a un grupo de estudiantes de escuela durante su reciente campaña.
La llegada al poder de la nueva primera ministra mujer de Japón
Su llegada al poder se produce poco más de un año después de haber perdido la elección interna del Partido Liberal Democrático (PLD) frente a Shigeru Ishiba, quien dimitió recientemente tras una serie de derrotas electorales que costaron a su formación la mayoría en ambas cámaras. La renuncia abrió el camino para que el PLD eligiera un nuevo líder que, por tradición, también asume como jefe de Gobierno.
Pese a ser la favorita para reemplazar a Ishiba, Takaichi tuvo que sortear un escenario adverso. Su partido perdió el apoyo de su socio histórico, Komeito, que decidió romper la alianza de 26 años en rechazo al giro ultraconservador del PLD y a la falta de autocrítica tras sus reveses en las urnas. La ruptura obligó a Takaichi a buscar apoyos adicionales para garantizar su elección parlamentaria.
Solo unos días atrás, el 19 de octubre, el PLD logró un acuerdo con el partido derechista Ishin. La alianza sumó 231 votos, insuficientes para la mayoría, por lo que Takaichi debió sumar respaldo entre legisladores independientes y de la oposición.
“En este momento, todavía somos un grupo de legisladores sin experiencia en el gobierno. Entonces, en lugar de pedir un puesto ministerial, primero queremos centrarnos en realizar nuestras políticas como parte de la coalición gobernante“, explicó el líder de Ishin, Hirofumi Yoshimura.
Entre sus primeras decisiones, se espera la designación del ex ministro Satsuki Katayama como titular de Finanzas, con el objetivo de enfrentar la volatilidad cambiaria y sostener una política fiscal expansiva. Además, la nueva primera ministra inicia su mandato con una economía debilitada y un Parlamento fragmentado, en un momento decisivo para la política japonesa.