Lonco Aniceto Norín en alerta tras incendio cerca de sus tierras: “Esta cosa no va a parar”
Según acusó el líder mapuche, los agresores serían las mismas personas que se tomaron la municipalidad de Traiguén hace algunos días.
Por Hernán Claro
El lonco mapuche Aniceto Norín denunció este miércoles haber sido víctima de un ataque incendiario durante la madrugada. Según reveló, sujetos prendieron fuego a una maquinaria de construcción que se encontraba cerca de su propiedad, ubicada al interior de Traiguén en la Región de La Araucanía.
Lo peor, según recalcó Norín, es que “vamos a tener que estar preparados porque esta cosa no va a parar. Lamentablemente lo que está ocurriendo es muy grave”.
Según denunció el lonco a Araucanía Diario, el ataque se produjo cuando el grupo de sujetos vino “atentar acá y quemaron la máquina, una retro, pero no alcanzaron a meterse más acá porque los sentimos”.
“Si no hubieran quemado mi equipo completo, la maquinaria y el tractor que tengo adentro más tres máquinas más”, explicó.
Al ser consultado por quién pudo haber realizado el ataque, Aniceto Norín aseguró que “son de aquí no más, los pichunes con los antiles, son ellos los que lo hicieron, son los amigos del alcalde (Ricardo Sanhueza), los mismos que tomaron la muni, son los mismos”.
“Si el alcalde sabía quién tenía tomada la muni y no quiere decir quién estaba ahí, si no que dice gente de afuera”, continuó el lonco.
La historia del lonco Aniceto Norín
El lonco se hizo conocido luego de que en 2003 fue condenado a pasar cinco años en la cárcel por haber perpetrado un ataque incendiario al fundo del ex ministro de Agricultura de Patricio Aylwin, Juan Agustín Figueroa. Por esos años se convirtió en uno de los primeros procesados en democracia por la Ley Antiterrorista
Norín alcanzó a estar cuatro años tras las rejas hasta que salió en libertad el 2007. Posteriormente se le vio cercano al Gobierno, de hecho, en 2018 se reunió con los hijos del matrimonio Luchsinger-Mackay, quienes fueron asesinados en La Araucanía, para hablar sobre la violencia en La Araucanía.
Este acercamiento con el Estado le valió ser calificado por otros comuneros como “traidor”, ya que incluso recibió ayuda estatal para su empresa de secado de madera en la zona.
