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31 de Octubre de 2020

El renacer de Jorge Schaulsohn: quiere ser constituyente tras 16 años lejos de la política

El fundador del PPD revivió su pelea con el senador Iván Moreira, las razones que lo llevaron a salirse de la política y las ideas nuevas que trae para fortalecer la democracia en una nueva Constitución que él busca redactar.

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Schaulsohn candidato Convención
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A seis meses de la elección para definir a los miembros de la Convención Constitucional del 11 de abril, poco a poco se comienza a armar el puzzle de los eventuales candidatos. Muchos de ellos son rostros nuevos en la política, como la Tía Pikachu o Adriana Barrientos, sin embargo, otros ocuparon varios cargos públicos, pero por cosas del destino, se debieron alejar de la política. Uno de ellos fue Jorge Schaulsohn (67), quien lanzó con todo su campaña por Twitter a la constituyente.

Schaulsohn hizo de todo durante su carrera política: fue presidente del Partido Por la Democracia (PPD), fundador de Chile Primero, diputado por dos periodos -entre el 1989 y 1993- y además se postuló para la alcaldía de Santiago en 2004. Sin embargo, desde allí en adelante, y durante 16 años, no ha intentado acceder a ningún cargo de elección popular.

Mientras era diputado, incluso, protagonizó uno de los episodios más recordados en la política desde el retorno a la democracia, cuando en 1995, tras cuestionar las críticas del dictador Augusto Pinochet contra el Congreso, fue agredido por el diputado Iván Moreira (UDI). “Este es el show de este pelota”, se escuchó en los registros de la época mientras el ahora senador jaló con fuerza a Schaulsohn.

En entrevista con EL DÍNAMO, no sólo repasó la emblemática pelea con Moreira, sino que además, sus aciertos, derrotas, vivencias personales mientras estuvo alejado de la política y cómo ahora busca un renacer de la mano de la Convención Constitucional, un momento histórico para nuestro país que “no pienso perderme”.

De todas formas, el proceso constituyente no es ajeno a Schaulsohn porque ya participó de los cabildos ciudadanos organizados durante el segundo Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet en 2016. La instancia, de acuerdo al ex diputado, le sirvió para conocer las demandas más apetecidas por la ciudadanía, pero también, para entender que “muchas de las cosas a la que la gente sigue aspirando no forman parte de nuestra Carta Magna y de ninguna del mundo, ya que muchas de ellas son materias de ley”.

-Pese a la multiplicidad de temas que se levantan en los procesos constituyentes, ¿cree saber qué es lo que la gente necesita y quiere?

-Muchas de esas cosas que pide la gente están en la Constitución actual, como la libertad de expresión e igualdad ante la ley, pero lo que subyace en esos cabildos y ahora, es la necesidad de tener una sociedad donde exista igualdad de oportunidades, más justicia social, menos discriminación y, en algunos casos, que los derechos que se proclaman sirvan en la práctica.

-También sonó como candidato a gobernador regional, ¿por qué desistió?

-Yo no tengo ningún interés para el resto de mi vida de ocupar un cargo de representación popular, ni nada que se le parezca. Me entusiasmo con la Convención porque es un momento histórico para Chile. No hay nada más importante que lo que ocurrirá en esa asamblea. Imagínate tú que vamos a tener elecciones presidenciales y parlamentarias en paralelo a la Convención Constitucional, pero la asamblea puede cambiar las atribuciones del Congreso o del Presidente, puede acortar el mandato del Ejecutivo o achicar el número de parlamentarios e implementar un sistema unicameral.

-Similar a lo planteó Marco Enríquez-Ominami, con la disolución del Congreso

-Lo que dice ME-O es otra cosa, que es una estupidez completa. Dice que la Convención, una vez constituida, tiene derecho a cesar a las autoridades en ejercicio. Eso lo trajo, lo importó de (Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro, que lo hicieron con la Asamblea Constituyente que inventaron para faenar a la Asamblea Nacional. Lo que digo es otra cosa: que en vista de todos los cambios que se van hacer, en la nueva Constitución en un artículo transitorio se puede señalar que 60 días después de que entre en rigor se convocará a nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales.

Schaulsohn busca firmas para ser candidato a la Convención

Eso sí, la llegada de Schaulsohn a la Convención Constitucional está condicionada a si los habitantes del distrito número 10 de la Región Metropolitana -La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago- le entregan su apoyo, porque iniciará su campaña como independiente, ya que, “no quiero ir por ningún partido político”.

“Voy de independiente no porque no sea antipartido, ya que he fundado varios en mi vida y fui militante por muchos años, pero no me siento hoy en día representado por ningún partido político, ni de derecha, ni de centroizquierda, ni menos de la izquierda más dura. No quiero tener que asumir la agenda de los partidos con los cuales no me identifico, aunque entiendo que sería mucho más fácil llegar a la Convención Constitucional”, explica Schaulsohn, quien además reconoció que, “nadie me ha invitado”.

-¿Cuál será su enfoque de cara la Convención? ¿Cree que puede ser un aporte?

-Ahora mi enfoque tiene que ver con mejorar la calidad de la democracia, ahí estamos realmente fallando. En esta perspectiva, debemos establecer un plebiscito revocatorio para todas las autoridades electas en cargos unipersonales que surja de la ciudadanía con un porcentaje importante de firmas, el 51% del padrón electoral. La idea es que la gente pueda decir ‘esta autoridad lo está haciendo mal y le voy a revocar mi mandato’.

-La gente tiende a dudar de los ex políticos que quieren ser constituyentes. ¿Cómo usted piensa cambiar esta opinión?

-Es importante darle participación a la gente para resolver sobre temas controversiales por medio de plebiscitos. Estoy pensando, por ejemplo, en la Ley de Aborto, en medidas que permitan la descentralización y eso, lo puede proponer el Presidente de la República, el Congreso con un quórum especial de 3/5 o los ciudadanos con firmas (60% o más del padrón). También creo en la iniciativa popular de ley, es decir, que los ciudadanos se puedan organizar, redactar un proyecto de ley y obligar al Congreso a tramitarlo. Para que la población proponga proyectos. Según mi idea, se necesitarían al menos 100 mil firmas para hacerlo.

-¿Qué opina de las personas apolíticas que quieren formar parte de la Convención?

-Creo que en la Convención Constitucional no puede haber puros abogados como yo, porque se requieren ciudadanos también. Ahora, para mí, no existe el ser humano apolítico, todos tenemos un conjunto de ideas que orientan nuestras vidas, aunque no hayan militado nunca en un partido. La idea de (Gabriel) Boric que los independientes tienen que tener ‘ideas verificables’ me suena como un test de la blancura en la Revolución Cubana, donde no existe el derecho a no ser revolucionario.

Los 16 años sin ocupar un cargo de elección popular

La salida definitiva de Jorge Schaulsohn de la política y su ausencia durante 16 años de las elecciones tuvo múltiples factores. Algunos de ellos relacionados a los conflictos que experimentó dentro y fuera de su sector, pero otros, más relativos a lo económico y a su estado de salud que se vio bastante deteriorado.

El inicio de su salida de la política comenzó en 2006 cuando afirmó en una entrevista que el Gobierno de la época, encabezado por la Presidenta Michelle Bachelet, habría usado dineros públicos para financiar el pacto de la Concertación, del cual fue miembro. Estas declaraciones le valieron la expulsión del PPD, partido que ayudó a formar junto al ex Presidente Ricardo Lagos, ya que Schaulsohn, “no entregó los antecedentes para avalar sus dichos”.

Tras la expulsión del PPD, Schaulsohn formó en 2007 otro partido político llamado Chile Primero. Allí ocupó el cargo de coordinador general, hasta que apoyó la llegada de Sebastián Piñera a La Moneda, pese a que supuestamente el colectivo era más cercano a la oposición.

Aquel proyecto terminó tras varios fracasos para inscribirse como partido ante el Servicio Electoral (Servel), pero también, luego de la renuncia del ex presidente de Chile Primero y actual diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, quien terminó distanciado de Schaulsohn.

Lo peor para Schaulsohn, sin embargo, estaría por comenzar, ya que durante 2012 fue embargado por el Banco de Chile y recibió una orden de remate por parte de la Tesorería General de la República debido al “no pago de impuestos”. En el peor momento sus deudas superaron los $1.000  millones. También debió enfrentar en otra ocasión a la justicia cuando en su rol de abogado fue demandado por uno de sus defendidos por supuesta estafa.

En paralelo, el fundador del PPD enfrentó serios problemas de salud. Primero con un infarto y más tarde cuando se le detectó un linfoma en el hígado, lo que debió tratar con quimioterapia por varios meses. Perdió más de 15 kilos de peso, hasta el punto de ser irreconocible para sus cercanos y ex amigos de la política.

-Le tocó duro durante estos años. ¿Cómo recuperó su vida? ¿Está bien de salud?

-Estoy dedicado al ejercicio de mi profesión de abogado. Tengo todas las enfermedades de base que me transforman en una persona de alto riesgo por el COVID-19, por lo que presumo que si me agarra no me suelta. Le tengo miedo, me cuido mucho, pero mi estado físico y estado de ánimo es muy bueno.

-Estuvo acusado de estafa y después quedó debiendo mucho dinero. ¿Por qué cree que la ciudadanía debería confiar en usted?

-Yo salí absuelto de las supuestas estafas, hay una resolución judicial del caso de Estados Unidos que señala que se cerró el proceso. Lo demás, como todo Chile sabe, hice malos negocios, me arruiné y perdí todos mis bienes, pagué todo lo que se pudo con mis bienes y me quedé sin nada, salvo con mi título de abogado y gracias a eso puedo vivir decentemente. Entonces ¿qué más se puede pedir a una persona? La pena de muerte no existe por tener deudas y creo que hay miles de chilenos en mi situación o que han pasado por eso.

-También se le recuerda por su pelea con Iván Moreira

-Ese conflicto no se muere nunca, sigue vivo en las redes sociales, todo el tiempo me lo ponen en las redes. Cuando alguien me quiere agredir porque no le gusta lo que digo o cómo soy me mete el video y me escribe ‘voy a llamar a Moreira para que te vuelva a pegar’ o ‘por qué no te pegó más fuerte’. Por lo menos me permite verme más joven, así que no lo considero una ofensa.

-Si pudiera echar el tiempo atrás, ¿habría actuado distinto? ¿Le hubiese respondido la agresión a Moreira?

-Cuando fui candidato a diputado en el año 89 dije en una entrevista que jamás quería volver a ver violencia en el Congreso como pasaba a fines del Gobierno de Allende. Fue por eso que cuando vi que Moreira estaba hecho un energúmeno, porque critiqué a Pinochet, tomé la decisión de no caer en el juego y de no responder a su violencia, porque me parecía algo antidemocrático y peligroso para la transición. Ese fue mi razonamiento y no me arrepiento. La otra opción era darse vuelta y pegarle un combo. Hay gente que me dice ‘por qué no le pegaste un combo’, pero no po, yo no quise bajar a su nivel de ese momento. Igual no le guardo ningún rencor es todo del pasado. Ahora Moreira aceptó a Jesucristo como su salvador y me parece respetable, en el caso de él, necesario. Él con el tiempo ha cambiado.

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