Es el presidente de la Confusam (Confederación nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada) y es quien lidera un paro que ya lleva tres semanas, manteniendo a muchos ciudadanos sin poder ser operados, sin acceso a medicamentos y cuyas operaciones han sido reprogramadas. Algunas serán operadas hasta en un año más.
Aparte de indignante, esto es muy peligroso, ya que está en juego la salud de muchas personas. El problema es que el Gobierno se negó a un acuerdo de reajuste salarial superior al 3,2%, pero los perjudicados son los ciudadanos. Y en este caso los más pobres.
La Confusam es distinto a cualquier otro sindicato o confederación ya que se trata de funcionarios del área de salud, un área delicada dirigida por Esteban Maturana, quien lleva 24 años como dirigente sindical, y hoy cometió una tremenda irresponsabilidad moral.
De profesión médico general, Maturana es un enemigo del modelo neoliberal y el capitalismo, sin embargo, posee un BMW de 50 millones. Una contradicción, ya que estos autos de lujo se producen en economías capitalistas como EE.UU, Japón, Alemania y no en Venezuela o Cuba. Gana sobre los 5 millones de pesos, lo que lo ubica en Chile en el 1% más rico. No sabemos cuántas horas trabaja al día, si atiende o no a pacientes. Y esto es importante ya que su sueldo sale de los impuestos de todos los chilenos.
Aquí hay un abandono del Gobierno por una parte al permitir que esto ocurra y deberá buscar el mecanismo de compensar y dar solución a las personas que no pudieron ser operadas. Una niñita murió debido al paro de jardines infantiles y muchas personas no pudieron prolongar sus licencias por el paro del Compin.
Todos los ciudadanos deben pagar el costo de un Gobierno que no modificó el reajuste del 3,2% con todos a los costos ciudadanos incuantificables. Esto es un desgobierno. Ojalá se tomen las medidas con Maturana y se haga un sumario por respeto a los chilenos perjudicados a lo largo de todo Chile.
