El mentor: una experiencia que no se encuentra en los libros

Cuando somos emprendedores son muchos los elementos que nos hacen aislarnos y no buscar ayuda para mirar las situaciones cotidianas y las no tanto, desde otro punto de vista. El día a día de la empresa, cumplir con las expectativas del cliente, mantener la operatividad, manejar al recurso humano y cumplir con éxito las obligaciones financieras nos llevan muchas veces a hundirnos en situaciones que nos impiden ver el negocio desde una perspectiva más elevada.

¿Cómo abordar entonces esas problemáticas? ¿De qué modo y quién me ayuda a posicionarme de tal manera que pueda cambiar el prisma con el que estoy viendo las situaciones hasta ese momento? Creo que una de las decisiones más razonables para un emprendedor es que tenga un mentor. Bozeman y Feeney definieron la mentoría como “un proceso para la transmisión informal del conocimiento, el capital social y el apoyo psico-social, percibidos por el recipiente como relevante para el trabajo, la carrera o el desarrollo profesional; la mentoría envuelve la comunicación informal, usualmente cara a cara y durante un período de tiempo sostenible entre una persona que se percibe poseedor de más conocimiento relevante, sabiduría o experiencia (el mentor) y una persona que se percibe con menos (el protegido)”.

Conseguir un mentor no es tarea fácil. Pero es uno de los esfuerzos que traerá muy buenos frutos al negocio. Los Mentores en el caso de Chile afortunadamente cada vez están más instalados en el ecosistema de Innovación y Emprendimiento. De hecho, la aceleradora de negocios de la Universidad del Desarrollo, UDD Ventures, ha impulsado proactivamente la formación de una red de Mentores de la que me siento orgulloso formar parte.

¿Qué encuentran los “mentoreados” en estas redes? ¿Y por qué es importante contar con alguien que sepa de marketing? Creo que sin lugar a dudas el factor clave es la experiencia, que no está presente en los libros, ni en las salas de clases, ni en el internet y que debe ser perfectamente combinada con la suficiente generosidad del mentor, para compartir estos aprendizajes y habilidades al emprendedor. El mentor pregunta, cuestiona, desafía y cambia paradigmas, por eso la clave está en entregar una diversidad de puntos de vista generando “la marca personal” necesaria para cada emprendimiento, una identidad que debe surgir de manera individual con la ayuda de las mentorías y que tendrá una gran historia que contar.