La historia de la tatuadora que borra las huellas de la violencia machista con su trabajo
Su trabajo ha cambiado la vida a muchas mujeres en Brasil, a quienes ayuda sin pedir nada a cambio.
Por RedacciónParecía un día normal de trabajo en el Dadra Art Tatto, el taller de tatuajes de la artista brasileña Flavia Carvalho, sin saber que el testimonio de una cliente cambiaría su vida. “Me dijo que estaba en una discoteque, que un hombre se acercó y cuando ella lo rechazó, le clavó una navaja“, recuerda Carvalho en una nota publicada en el Huffington Post.
Ese relato abrió sus ojos y decidió iniciar un proyecto llamado “A flor de Piel”, donde con su arte busca esconder las heridas del maltrato domestico, pero también disfrazar las mastectomías. Según sus palabras, su trabajo se ha convertido en “instrumento de empoderamiento y en refuerzo de la autoestima“.
Un hermoso servicio que además entrega de manera gratuita, pero que hasta ahora ningún otro tatuador se ha unido.
Sin embargo, el poder transformador de su trabajo la ha llevado a seguir adelante. “Sigo a muchas de ellas en Facebook y puedo ver cómo dejan de sentir vergüenza hacia sus cuerpos”, relata emocionada.
Hasta este momento su principal forma de difusión en Facebook, red social donde muestra su trabajo que ha ayudado a muchas mujeres.