Temporeros de Atacama: la realidad escondida bajo el barro
Muchos hombres y mujeres de Copiapó trabajan en las temporadas: una buena cantidad de temporeros locales y migrantes -luego de terminada la faena- se van a los valles de más al sur a trabajar en la cosecha y las empacadoras. Hacen su salario siguiendo la maduración de la uva. Pero la uva también hizo que migrantes del sur se quedaran por el norte, en poblaciones precarias ubicadas en hondonadas de quebradas o en laderas de los cerros de San Antonio, Los Loros, Tierra Amarilla e incluso en las partes altas de la ciudad de Copiapó, al lado de peruanos y bolivianos a los que se les maltrata más que a chilenos.
Columnista