En Chile se abrió nuevamente el debate sobre las vacunas en bebés, a propósito de la situación de un menor en Osorno, a quien sus padres se niegan a administrárselas bajo el argumento de que la mayoría de sus componentes son químicos altamente cuestionables.
En este contexto, se conoció en Canadá la historia de Ezekiel, un bebé de 18 meses, quien falleció producto de una meningitis, la cual no fue tratada con la medicina tradicional ni tampoco contaba con las vacunas correspondientes a su edad.
En este caso, sus padres decicieron buscar la cura en una combinación de extracto de hojas de olivo, proteína de leche, agua con miel de maple y jugo de fresas; además de sirope mezclado con agua; zumo de frutas y un brebaje compuesto de ajo, jengibre y vinagre de sidra de manzana. Súper efectivo.
Tras semanas con fiebres y problemas respiratorios, visitaron a un naturópata, según informa Global News, que les recomendó un tratamiento para la meningitis viral, pero sin llegar a examinar al pequeño.
Los padres manifestaron que vieron una mejoría de parte del menor, sin embargo de un minuto a otro dejó de respirar, momento en que lo trasladaron hasta la urgencia, falleciendo cinco días después.
Los progenitores, David y Collet Stephan enfrentan cargos criminales, sin embargo ellos se declaran inocentes y su defensa argumenta que no existen pruebas de que la vacuna contra la meningitis sería capaz de salvar a Ezekiel.
La pareja se encuentra realizando una campaña en redes sociales hablando del caso, que consideran una lucha contra los “poderes de la vacunación” y solicitar donaciones para financiar su defensa. “La situación en la que nos encontramos Collet y yo es que hay una organización que está tratando de ofrecer a nuestra familia en sacrificio a la industria de la vacunación”, declaran.
