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23 de Enero de 2017

#NoTeDaVerguenza: una invitación feminista para todos los hombres

Ser parte de la campaña #Notedavergüenza, es una invitación a problematizar un sentido común, roles, estereotipos, cultura y educación que reproduce desigualdad y violencia contra las mujeres.

Por Maria Francisca Valenzuela
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Maria Francisca Valenzuela es Presidenta del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC Chile). Feminista, Licenciada en Sociología dedicada a los temas de equidad de género.

Desde que el Observatorio Contra el Acoso Callejero surgió, lograr el compromiso de hombres con el feminismo ha sido una inquietud constante. No sólo a nivel de organización, sino que muchas personas que siguen nuestro trabajo expresaban sus deseos de generar campañas orientadas a un público masculino.

Esta necesidad surge a partir de una crítica hacia los muchos enfoques que depositan la responsabilidad exclusivamente en mujeres. Es decir, siempre nos encontramos con discursos que afirman que es ella quien debe empoderarse, denunciar, educar y seguir protocolos que permitan que problemas tales como la violencia sexual disminuyan y finalmente se erradiquen.

Pensar que somos exclusivamente las mujeres quienes debemos tomar iniciativa es un error. Tal como muchos otros problemas sociales, la violencia de género es una lucha que debemos combatir como comunidad, sumando todos los sectores, varones incluidos. Esa es finalmente la idea de la campaña #Notedavergüenza que lanzamos junto a EME, permitir que un público que generalmente no se suma a estas iniciativas, sea agente de cambio.

Por otra parte, existen una serie de argumentos que apelan a la “teoría del empate” como forma de deslegitimar la lucha y trabajo de organizaciones feministas y de mujeres. Usualmente escuchamos bajo este tipo de argumentos que “los hombres también son abusados”, “los hombres son los que más mueren en el mundo, incluso más que mujeres”. Es importante aclarar que este tipo de campañas no niegan esa realidad, pero sí brindan una perspectiva que muchas veces ignoramos. Si bien en el mundo existen varones víctimas de violencia sexual, estadísticamente son muchos menos que las mujeres (en algunos casos, hasta 8 veces menos) y generalmente quienes agreden son otros hombres. Lo mismo ocurre en el caso de los homicidios, ya que si bien las cifras son alarmantes, también lo es el hecho de que hombres mueren en casi todos los casos a manos de otros hombres.

Para la situación específica del acoso callejero, del total de víctimas mujeres el 99% de los casos, quien comete acoso es un varón. Lejos de querer discriminar, este tipo de campañas permite reflexionar sobre qué educación estamos entregando como sociedad y qué tipo de cosas debemos cambiar para que la violencia deje de ser un aspecto de formación en la masculinidad hegemónica. Ser parte de la campaña #Notedavergüenza, es una invitación a problematizar un sentido común, roles, estereotipos, cultura y educación que reproduce desigualdad y violencia contra las mujeres.

Esta es nuestra primera campaña enfocada a varones y su eslogan es “Si no hay consentimiento, es violencia sexual”. Esto es importante porque el patriarcado construye mitos hegemónicos que han empañado el verdadero significado de la palabra “consentimiento”. Se nos hace creer que una falda corta, aceptar una invitación a salir o el horario en el que sales a la calle entrega derechos y atribuciones al otro sobre decisiones que tienen que ver con la sexualidad de la otra persona, particularmente de las mujeres. El consentimiento es decir que SÍ y eso implica tener certeza absoluta de la voluntad y ganas de las personas de establecer algún vínculo de tipo sexual.

Cuando recién comencé a interiorizarme en temas de feminismo, tuve la oportunidad de leer una autora uruguaya llamada Teresita de Barbieri. En su texto explicaba la importancia de involucrar varones en la lucha feminista y generar un compromiso real. Ahí es donde seguramente empiezan cuestionamientos importantes, ya que implica hacer ver y entender al otro sobre una opresión y desigualdad que vive hoy la mitad de la población del mundo. Es complejo porque, tal como me dijo un profesor una vez, de alguna u otra forma les estás diciendo “renuncia a tus privilegios”, privilegios que debido a una cultura y sentido común, muchas veces no piensan que tienen.

¿Por qué resulta tan difícil lograr el compromiso de los varones con el feminismo? Porque tocas lo cotidiano, lo que nos dijeron que debíamos ser y hacer desde que nacemos. Las feministas rompemos la tradición y como toda ruptura, es un proceso complejo, muchas veces molesto y doloroso. Miguel Lorente en una conversación sobre la participación de varones en temas de igualdad de género me dijo que el fondo está en QUERER. Si hoy no hay hombres apoyando el feminismo, es porque simplemente la molestia de cuestionar los privilegios y la norma social, hace que bajo algún argumento estén diciendo “NO QUIERO”.

Hoy las luchas sociales son muchas y tal como nos molesta la desigualdad socioeconómica, el racismo, la discriminación hacia pueblos originarios, la desigualdad y violencia que existe hacia las mujeres también debe molestarnos. Como organización y feministas, les pedimos que cuando se trata de nosotras, también quieran.

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