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31 de Julio de 2019

Cambio climático y dramáticos incendios amenazan el permafrost del Ártico

Se estima que la capa de hielo subterránea contiene 1.500 millones de toneladas de carbono, tres veces más que el almacenado en todos los bosques del mundo, que serían liberados por su derretimiento.

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El Ártico se encuentra bajo una ola de calor extrema, soportando los incendios más grandes de los últimos veinte años. Una de las consecuencias más graves es el descongelamiento del permafrost, lo que según expertos, generará daño permanentes al ecosistema mundial.

El permafrost es la capa de suelo congelado de las regiones más frías o periglaciares de planeta. Es un tipo de suelo, que también existe en la Patagonia de nuestro país, que se ubica en la capa del subsuelo de la corteza terrestre. Es abundante en productos orgánicos y se estima que contiene 1.500 millones de toneladas de carbono, aproximadamente el doble de carbono en la atmósfera y tres veces más carbono que el almacenado en todos los bosques del mundo.

Efecto invernadero o bomba de carbono

Hoy, el permafrost se está descongelando y con ello, se revelan potenciales catástrofes para la humanidad.

“Si se descongela el permafrost continuará la putrefacción y descomposición de la materia orgánica, con lo cual se libera una gran cantidad de carbono en la atmósfera”, sentenció Fabrice Lambert, miembro del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia de Chile, a El Mostrador.

Asimismo, Fernando Fernandoy, de la Universidad Andrés Bello, indicó que “ocurrirá un efecto de retroalimentación, que quiere decir que, debido a estos incendios, habrá más CO2 en la atmósfera, y por lo tanto, el efecto invernadero irá en aumento, probablemente generando eventos más intensos a futuro“.

A principios de julio se registraron nuevos récords de temperatura en Alaska, que llegaron hasta 30 grados Celsius.

Las consecuencias de estos incendios son terribles: “En Alaska este año se han liberado ya a la atmósfera 50 millones de toneladas dióxido de carbono. Lo mismo que todos los incendios que hubo en el Ártico en todo el año pasado”, adviertió Stefan Kruse, investigador del Instituto Alfred Wegener y del Centro para la Investigación Polar y Marítima de Potsdam.

Lamentablemente, los efectos colaterales que se están produciendo por los innumerables incendios en el Ártico son devastadores y acumulables en el tiempo. Estos emiten material particulado o carbono negro. “Al ser negro, el carbono absorbe radiación solar, por lo que al depositarse en la nieve o hielo contribuye a derretirla”, indicó Raúl Cordero, Académico de la Universidad de Santiago de Chile.

Ola de calor

En noviembre, cuando las temperaturas deberían haber sido de -25 °C, se registró una temperatura de 1,2 °C, por encima de la congelación en el Polo Norte.

“Las temperaturas más cálidas también aumentan la resistencia de virus y enfermedades, por lo que vemos que muchos más renos se enferman como resultado de este clima más cálido”, afirmaron especialistas a la BBC.

Recordemos que junio de 2019 fue el mes más caluroso en el mundo en los últimos 140 años, alcanzando una temperatura promedio global 1,71 grados Fahrenheit sobre el promedio del siglo XX.

En Chile, un efecto concreto es que la superficie de la capa de hielo aumentaba a pesar del calentamiento global. Sin embargo, desde 2014, ha perdido el equivalente a cuatro veces el tamaño de Francia.

 

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