La situación en la localidad de El Salado en la provincia de Chañaral es crítica. Es uno de los sectores que mayor daño recibió debido a los aluviones que afectaron al norte del país. Y si bien, en la zona ya no llueve, los problemas que dejó el alud son cuantiosos.
Si en un comienzo la principal preocupación era sacar el lodo de las casas, ahora es la contaminación por el barro que dejó la tragedia. A esto se le suma el abastecimiento de agua. “El principal problema que tenemos acá es el agua, ayer no tuvimos agua en todo el día. En mi casa hay guaguas que necesitan agua para sus leches y sus comidas. Hemos recibido harta ayuda pero lo principal es el agua”, señalaron vecinos a Bío Bío.
Pero no sólo el agua potable es el problema, ya que los habitantes de la zona temen por la exposición de todos los sectores que se encuentran con barro. Veicnos aseguran que “el punto más crítico es El Salado en Chañaral porque hay carros de ferrocarriles con ácido y hay camiones que se estacionaban ahí para acarrear este químico”.
Uno de los principales problemas de la contaminación en la zona es el riesgo que existe de que los relaves mineros hayan contaminado el barro del lugar y que por lo tanto el lodo se encuentre con materiales mineros.
Es por esto que la gran duda que tienen los vecinos de los sectores afectados por los aludes es qué clase de sustancias posee el lodo que se encuentra en la zona.
En relación a esto, el Intendente de la región de Atacama, Miguel Vargas, afirmó que “el lodo lo estamos monitoreando, la autoridad sanitaria está haciendo análisis sobre el contenido de este material, que llegó y entró a las casas y está en las calles de las ciudades”.
“Lo que más nos interesa en este momento es retirarlo de las calles y las casas. En nuestra visita a Diego de Almagro, pudimos constatar que hay avances en esa materia, en un 70% de las viviendas”, señaló la autoridad regional.
Para robustecer esta labor, el Intendente afirmó que se está coordinando junto con el Gobierno para conseguir más personal para desarrollar estas funciones de limpieza en hogares y calles.
En relación a los cortes de agua, Vargas afirma que “esperamos que la empresa sanitaria los pueda reparar a la brevedad posible”.
Además, detalló que la gran cantidad de barro que llegó a la zona producto del alud provocó “un problema de colapso en los alcantarillados y es un trabajo lento. Nosotros confiamos en la empresa sanitaria, le hemos preguntado derechamente si están en condiciones de llevar adelante trabajos de envergadura y la empresa dice que está en condiciones de realizarlos”.
Hay que recordar que son más de 200 kilómetros de alcantarillado los que se encuentran afectados, y que por día se avanza en promedio 500 metros, por lo que todavía falta para se pueda reparar la totalidad de las cañerías.
