Robyn Malcolm es un fotógrafo dedicado al turismo australiano. La semana pasada estaba en una de sus habituales jornadas en la costa del Nueva Gales del Sur, a unos 500 kilómetros al sur de Sydney. Se encontraba capturando imágenes de un grupo de ballenas jorobadas cuando fue testigo de una inusual situación. Un lobo marino aprovechó el lomo de uno de estos ejemplares como una tabla de surf. Sí, leyó bien. El lobo marino surfeó con un animal ocho veces más grande que él. Las ballenas alcanzan los 16 metros de longitud.
Esta curiosidad resulta que también se ha visto en otras ocasiones. Los animales utilizan a otros como medio de transporte. En junio pasado, una familia estaba de paseo por un bosque en el centro de Florida (EE.UU.) cuando descubrió un mapache navegando sobre un… ¡cocodrilo! Antes de que el caimán se metiera el agua y luego de captar la fotografía, el mapache saltó a la orilla del río y se escabulló rápidamente.
MARTIN LE-MAY
Otro caso muy singular sucedió en marzo, en el Country Park Hornchurch (Gran Bretaña). Martin Le- May estaba también dando un paseo junto a su mujer, Ann. Estaban buscando fotografiar un pájaro carpintero verde, uno que no había visto antes, cuando repentinamente escucharon un graznido y un destello verde. Comentó que se apuró porque sabía que era el ave que estaban buscando. Bajó hacia unos abedules y de repente salió volando asustado. Cuando cambió el lente, pudo ver que tenía un pequeño mamífero sobre la espalda. ¡Era un cachorro de comadreja! Quién no tuvo mejor idea que ser el piloto de este seudo avión. Al sentirnos se distrajo y cachó al pasto, donde desapareció, al igual que el pájaro carpintero.
