Secciones
Ambiente

Corte Suprema ordena hacer estudio ambiental a proyecto inmobiliario en Papudo

Los dueños del proyecto estimaron que no era necesario someterse a una evaluación de esa naturaleza, dado que cumplían con las condiciones que establece el Plan Regulador Comunal.

Por unanimidad, la Corte Suprema acogió los tres recursos interpuestos por habitantes de Papudo y ordenó que el proyecto inmobiliario en la península de Punta Puyai sea revisado por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).

En un inicio, la Promotora Habitacional Prohabit Limitada y el Consorcio Puyai habían estimado que no era necesario someterse a una evaluación ambiental dado que la construcción está dentro del radio urbano de la comuna y cumple con el Plan Regulador Comunal, publica El Mercurio. 

Sin embargo, los habitantes estimaron que el proyecto, que cuenta con 80 departamentos y 102 estacionamientos, provocaría daño ambiental por los riesgos para el ecosistema que se siguen de la ejecución de las obras porque que esta ocupará los faldeos y la loma del cerro Lilén, destruyendo la flora nativa existente en el lugar.

La Corte determinó además que “la actuación de la Dirección de Obras Municipales de Papudo no puede sino que calificarse de ilegal, resultando lesiva para el derecho de la parte recurrente a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”. 

Al respecto, el abogado ambientalista Cristóbal Osorio, estimó que “la Corte Suprema comprende que las autoridades de evaluación, fiscalización y sanción han ejercido su competencia de forma acotada, y los invita a adoptar medidas efectivas de protección del medio ambiente”.

Notas relacionadas







No creo en el mejor disco del año

No creo en el mejor disco del año

Dicho eso no pretendo evangelizar a nadie. No vengo a dictar cátedra ni a levantar un tótem. Simplemente me animo, en este momento del año tan dado a los balances, a hablar de un disco. No el disco. Mi disco. El que, sin avisar, fue compañía, refugio y espejo. En mi caso, ese viaje personal tuvo nombre propio: Twilight Override, de Jeff Tweedy.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen