La casa desordenada
Boric no entrega la casa ordenada ni cuentas claras, entrega un desorden financiero con deudas ocultas y promesas incumplidas.
Boric no entrega la casa ordenada ni cuentas claras, entrega un desorden financiero con deudas ocultas y promesas incumplidas.
En el mundo al revés han preferido presionar a Israel, el agredido. En ese escenario, Israel ha estado combatiendo en cinco frentes contra el islamismo fanático y antidemocrático que amenaza su existencia: Hamas, Yemen, Siria, Hezbollah (Líbano) e Irán.
La performance de Artés debe ser vista como una señal de que esas ideas radicales probablemente no desaparecieron, sólo se replegaron. Siguen ahí, agazapadas, a la espera de una nueva oportunidad para volver a levantarse con la misma vehemencia con que antes aplaudían evasiones, encapuchados, banderas chilenas negras o abucheos al himno nacional.
Desde mucho antes de asumir el cargo e incluso luego ya como Presidente, Gabriel Boric nos ha acostumbrado a que con cierta frecuencia lo traicionen sus impulsos.
En la política chilena, donde la renovación es un espejismo, Vidal es la garantía de continuidad. La demostración viviente de que aquí no se necesitan nuevos liderazgos mientras existan los viejos conocidos.
En el país donde vive el ministro Cordero, el fiscal nacional, en agosto de este año, reconoció que “este país cambió, que ya no estamos en la misma situación. Sabemos que las calles no son las mismas que teníamos antes, sabemos que la noche no es la misma que teníamos antes”.
Hoy, la Macrozona sur es el espejo más cruel de nuestra política: muestra un Estado que se indigna mucho pero que actúa poco, que diagnostica en abundancia pero casi no resuelve, que promete en exceso pero cumple a cuentagotas. Un Estado que ha preferido el cálculo electoral antes que la seguridad de sus ciudadanos.
Cuando estos políticos le hablen de valores, principios y convicciones, dude y aléjese se ahí, porque mañana cuando cambie la dirección del viento, también cambiarán esas convicciones, porque en realidad lo único que los hace levantarse en la mañana es encontrar ese espacio donde seguir apernándose y viviendo de la generosa billetera fiscal.
Vallejo y cualquier otra figura o autoridad del gobierno, por cierto, tienen todo el derecho a apoyar a Jara, pero, o lo hacen en su tiempo libre y con sus recursos o dejan sus cargos y se suman, ahora de forma oficial, al comando. Lo otro es querer meter la mano en la urna.
Lo malo para los votantes de Jara en primera vuelta es que la candidata que apoyaron ya no piensa lo mismo que hace tan sólo un mes. Además, no es que piense distinto en algo menor, trivial, ya no piensa lo mismo, en el caso del cobre, sobre algo que siempre ha sido una aspiración de su sector y que es gigantesco, estructural para el país.