El visionario
Durante tres décadas, Glenn Lowry no solo dirigió el MoMA: orquestó una revolución silenciosa que hoy comienza a cerrar su ciclo. Fue arquitecto de un nuevo lenguaje curatorial, cartógrafo de las ideas contemporáneas, alquimista de cruces improbables entre disciplinas, geografías y relatos. No heredó una tradición: la desarmó y la volvió a construir, pieza a pieza, con una mirada radicalmente contemporánea.