Cómo el barrio en que naciste marca tu educación y futuro económico
Si el barrio es uno de los mejores predictores de la vida, entonces no basta con lamentarse: hay que intervenirlo pedagógicamente.
Si el barrio es uno de los mejores predictores de la vida, entonces no basta con lamentarse: hay que intervenirlo pedagógicamente.
Esta crisis silenciosa no se resuelve con decretos, sino con una mirada humana. Hay que cuidar a las escuelas pequeñas, proteger a sus maestros, y entender que cada cierre arranca una raíz del territorio. En tiempos donde el país se contrae, la escuela debe expandir su sentido: volver a ser refugio, comunidad y esperanza.
La pregunta es inevitable: ¿haremos de la asistencia escolar una prioridad real o seguiremos normalizando la ausencia como si fuera inevitable? El futuro no espera.