Existe cualquier cantidad de mujeres que piensan que la “dieta ideal” es aquella estrictamente vegetariana, o aquella en la que comes toronja y piña todo el día, o “la dieta de la luna”… Hay muchos mitos en torno al tema. Lo grave del asunto es que cualquiera de estas dietas “míticas” puede llevarte a la anemia, al cansancio físico crónico, a la desnutrición severa, ¡o hasta a la muerte!
Antes que nada, aclaremos el término dieta. Cuando una mujer escucha la palabra “dieta”, lo primero que llega a su mente son la palabra restricción y un gran plato lleno de verduras hervidas; ¡ni pensar en comer postres!
En realidad, el término “dieta” tiene otro significado. La dieta comprende las clases y cantidades de comida y bebida que se consumen al día. ¡En ningún momento estoy hablando de la restricción de algún alimento! La dieta es todo a aquello que nos llevamos a la boca en un día (24 horas).
Cualquier especialista en el área de la Nutrición te dirá que la dieta ideal es aquella que cumple con las siguientes características:
1. Es equilibrada. Debe establecer un equilibrio entre los diferentes componentes de los alimentos. Esto implica que del 100% de la energía que obtenemos a través de los alimentos que ingerimos diariamente:
Un 45-50% debe ser en forma de carbohidratos complejos (cereales, pastas, pan y tortilla, por nombrar algunos).
Un 10% como máximo debe provenir de carbohidratos simples (azúcar, mermeladas, mieles, etc.).
Otro 15% debe provenir de las proteínas (carnes, huevo, leche y lácteos).
El restante 25-30% de la energía diaria nos la deben proporcionar los lípidos o grasas (manteca, mantequilla, crema, aceites vegetales, y otros), repartido equitativamente entre grasas saturadas, monoinsaturadas y polinsaturadas.
La dieta ideal está también en equilibrio cuando:
Incluye como mínimo 20 gramos de fibra.
Bebemos de 2 a 3 litros de agua, independientemente de los alimentos líquidos.
2. Es completa: cuando incluye varios alimentos de todos los grupos en un mismo día.
3. Es variada: porque cuenta con una amplia gama de variantes dentro de cada uno de los diferentes grupos de alimentos. Una dieta versátil jamás te llevará a la monotonía.
4. Es suficiente: cubre todas las necesidades de nutrimentos de tu organismo, siempre y cuando consumas un determinado número de raciones de cada grupo.
5. Es adecuada: dependiendo del momento fisiológico y biológico de cada persona; según su edad, sexo, estatura, peso, actividad física, y si sufre o no enfermedades. Si estás embarazada o lactando, la dieta debe cubrir esta necesidad agregada a tu organismo…
