La mujer de 25 años confesó que llegó a pesar 150 kilos, por lo que su confianza se fue al suelo, a pesar de ser apoyada por su esposo Terrick.
Marbury explicó a Yahoo.es que esta condición hizo que dejara “de hacer un montón de cosas, no quería ir a ningún sitio con gente, solo deseaba estar encerrada en casa”, hasta que tomó la decisión de tomar clases de caño -también llamado pole dance- para sentirse mejor consigo misma.
“Pesaba 150 kilos y la habitación entera estaba cubierta de espejos. Fue todo un shock”. Pero su valentía hizo que bajara 30 kilos gracias a la actividad físico, y lo más importante, recuperó su confianza.
“He cambiado mi forma de vestir y he empezado a cuidar un poco más lo que me pongo y cómo me peino”, recalcó.





