Nápoles se quedó este lunes con la Supercopa italiana tras vencer a la Juventus de Vidal en definición a penales, en un partido de infarto que no dio respiro a los seguidores de ambos equipos.
Hicieron falta 120 minutos en el campo y ocho lanzamientos de penal para que los de Rafael Benítez se hicieran con la segunda Supercopa ganada al Juventus, la primera fue en 1990.
El volante nacional anotó su tiro desde los doce pasos y fue importante en el funcionamiento del equipo, pero el ex equipo de Eduardo Vargas tuvo más precisión en la definición.
De hecho, fue el francés Kalidou Koulibaly quien sentenció la victoria para el Nápoles al acertar el octavo penal, minutos antes de que el italiano Simone Padoin fallara su tiro.
