Previo al Masters 1000 de Cincinnati, Nicolás Jarry (100° ATP) dio detalles del complejo momento que atravesó el año pasado, el cual estuvo marcado por una neuritis vestibular que lo afectó, situación por la cual tuvo depresión y sufrió una fuerte caída en su rendimiento.
“Fue muy difícil, el peor semestre de mi vida. Había doctores que decían que esto sería rápido y en tres semanas estaría listo. Después decían un mes, tres meses, cuatro, y siempre con una incertidumbre falsa. El peak fue en el US Open, donde muchos doctores decían que ya iba a estar bien, pero llegó el partido y seguía muy mal”, comenzó diciendo el uno de Chile en conversación con El Mercurio.
Tras ello, el nieto de Jaime Fillol confesó que “cuando volví a Chile entré en depresión, no tenía ganas de salir de la cama y tuve que hablar con mi psiquiatra para empezar a tomar algo que me ayudara”.
“¿Si pensé en el retiro? No, jamás. Pero en esos minutos oscuros pensé que quizás no iba a volver a jugar al nivel que yo quería“, expresó Nicolás Jarry.
La depresión que tuvo Nicolás Jarry tras sufrir compleja enfermedad
En este contexto, hizo hincapié en la importancia que tuvo su esposa y sus hijos para combatir la depresión. “No tenía ganas de salir de la cama y menos de ir al gimnasio, mejorar y sentirme fuerte. Fue una pelea constante, diaria, y Laura (su esposa) me ayudó a aceptarla y a descargarme con ella. Me ayudó a pasarlo bien en los viajes, a hacer cosas entretenidas con la familia y a disfrutar viendo cómo crecen mis hijos, llevarlos al parque y pasar tiempo con ellos cuando internamente sentía todo ese dolor. Sin ellos no habría salido adelante”, aseguró.
“La enfermedad todavía no se ha ido, pero creo que estoy en una recta final donde ya no siento que me afecte en el día a día. Trabajé con una chica francesa experta en neurociencia ocular vestibular, hice cuatro horas de pruebas de aspectos de visión, balance y percepción y estoy esperando los resultados para saber en detalle lo que necesito trabajar para dejar atrás esta lesión”, añadió sobre su actual estado de salud.
Por otro lado, el tenista de 29 años volvió a abordar la suspensión de Jannik Sinner por tres meses, comparándolo con su caso, cuando estuvo 11 meses sin jugar por la suspensión que interpuso la Federación de Tenis (ITF).
“Al final, me habría gustado tener el mismo trato porque la situación de Jannik Sinner fue muy parecido y los resultados, totalmente diferentes. El tiempo y la rapidez con que se tomaron las decisiones y el apoyo que tuvo de la ATP y otros medios no fueron los mismos que tuve yo”, cerró Nicolás Jarry.