La colusión de los pollos fue un caso que afectó a los consumidores de esta popular carne fresca —la más integrada en las dietas de los chilenos— entre los años 2008 y 2011. La Corte Suprema ratificó la sentencia que indicó que tres cadenas de supermercados —Walmart, Cencosud y Unimarc— se organizaron premeditadamente para coordinar los precios en este segmento.
A más de una década de destaparse el caso, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) persigue que los usuarios afectados logren ser compensados. Esto, ya que si bien Unimarc negoció con la autoridad una compensación de poco más de $13 mil pesos para un universo de 2,6 millones de personas —que se comenzaron a pagar en enero de este año—, las otras dos cadenas no llegaron a acuerdo.
Las reparaciones se discuten —de acuerdo con la regulación— en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), donde se buscan estimar los daños morales y patrimoniales que se produjeron a los usuarios, a fin de que se emita un fallo que determine los montos compensatorios que recibirían los afectados.
Nuevo peritaje: sensación de injusticia y abuso del sistema
Dentro del proceso judicial se determinó solicitar un peritaje externo al abogado autorizado por la Corte Suprema, Iván Mora. El profesional estableció una serie de entrevistas a usuarios afectados por la colusión, que evidencian “una estructura de daño que combina afectaciones económicas, emocionales y psicosociales. Asimismo, los relatos recogidos muestran una constante reorganización doméstica frente a condiciones impuestas, donde el consumo de bienes esenciales (en este caso, el pollo) se acompaña de manifestaciones de subordinación, desgaste emocional y/o pérdida de autonomía”, detalla el informe.
El documento agrega que este episodio de colusión generó restricciones económicas forzadas a los hogares, la sustitución y compra en menor cantidad, “y la percepción de abuso estructural del sistema, sensación de injusticia, incertidumbre y desesperanza; con sentimientos de rabia, impotencia y frustración”.
El informe, tras realizar una serie de estimaciones en base a la evidencia del caso, calculó que el promedio de daño a los usuarios sería de $30.027, es decir, casi el doble de lo pagado por Unimarc. Este cálculo será determinante en la decisión del tribunal, aunque es clave para dimensionar cuánto podrían recibir los afectados.
Otro informe clave fue el que solicitó el Sernac al perito Joaquín Poblete. En dicho documento —también integrado a la causa— se calculó que, entre los años 2008 y 2011, los consumidores chilenos pagaron un sobreprecio promedio de 6,4% en la carne de pollo.
El daño estimado por este otro informe fue un total para todos los consumidores de 86.649 UTA, es decir, a valor actual, 66 mil millones de pesos (US$71,7 millones).
¿Qué viene ahora?
El monto final de compensaciones deberá ser definido por el tribunal y, luego, quienes no estén conformes podrán seguir los canales de apelación en la justicia. Por eso se prevé que al proceso aún le queden un par de años de tramitación.
Pese a ello, sí o sí se debe llegar a un monto compensatorio. A la par, tanto Walmart como Cencosud podrían negociar “bajarse del proceso” y llegar a un acuerdo compensatorio con el Sernac.