Macarena Cepeda Godoy, presidenta de los Pescadores Industriales del Biobío, denunció ante la Seremi de Salud Metropolitana a cuatro marcas por comercializar 30 millones de tarros de jurel falsificados en el mercado.
La representante de la industria pesquera precisó que estos productos son importados de China y contienen condiciones nutricionales y proteicas de menor calidad al verdadero jurel, sustentando su postura en dos estudios científicos.
El primero fue realizado por el Laboratorio 5M, autorizado por Sernapesca y el Ministerio de Salud, y el segundo, por el Laboratorio de Fisicoquímica y Microbiología DICTUC. Ambos coincidieron en que el producto chino no puede ser asociado al jurel (Trachurus murphyi), sino a especies como caballa, sardina española u otras.
El estudio del DICTUC examinó 200 muestras (mitad chilenas, mitad chinas), de diferentes lotes a lo largo del país, y reveló diferencias notorias con los estándares de grosor de la columna, distancia entre espinas y rango de absorbancia (color) que sí tiene el jurel chileno, y que, en consecuencia, las marcas etiquetan como jurel natural, un producto distinto de otra especie pesquera. Incluso, detectaron variabilidad dentro de una misma marca, lo que sugiere que se mezclan distintas especies en los tarros sin declararlo.
Las marcas sindicadas por vender jurel falsificado
Acerca de los hallazgos, la presidenta de los Pescadores Industriales del Biobío sostuvo que “estamos frente a un hecho gravísimo, ya que 30 millones de conservas que se venden como jurel en Chile no lo son. Hablamos de casi la mitad de los tarros comercializados en el mercado nacional, por lo que pedimos a la autoridad fiscalizadora que investigue, sancione y retire estos productos falsificados”.
La denuncia apunta a cuatro marcas masivas de retail: Coliseo, Barquito, Novamar y Acuenta, todas comercializadoras del producto importado etiquetado erróneamente como jurel.
“Lo que se busca es que el producto Jurel chino se comercialice bajo el nombre que corresponda a lo que realmente es y que se haga una correcta referencia a sus valores nutricionales. El público debe comprender cabalmente lo que está comprando y para ello, corregir la información es de la esencia para que el mercado funcione correctamente”, argumentó Mario Tapia, abogado patrocinante.
