Fueron 18 millones de copias las que vendió Adele en 2011 de su aplaudido segundo disco llamado “21”. Aquellas ventas le reportaron al sello de la inglesa, llamado XL Recordings, lograr una ganancia total de US$ 181 millones de dólares, eso es un incremento de un 400% en comparación con lo que ganó aquella casa discográfica en 2010.
De esos US$ 181 millones de ganancia bruta, el sello se quedó con un total de US$ 67 millones, luego de repartir utilidades y dividendos; una suma, de todas maneras, bastante elevada considerando lo alicaída de la industria discográfica.
Según el CEO de Beggars Company (subsidiaria de la casa discográfica XL Recordings) Martin Mills, parte de esas ganancias serán invertidas en el futuro del sello. “Hemos vendido hasta la fecha más de 25 millones de copias de ese disco alrededor del mundo y cuando tú vendes esa cantidad de álbumes, todos hacen dinero. La artista, el sello y también los intermediarios” afirmó Mills en una entrevista reciente con Billboard.
