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Yekaterina Samutsevich (Pussy Riot) a un año de la “Plegaria Punk”: “No tengo remordimientos”

La única integrante de la banda que se encuentra en libertad dice estar contenta de que tras la polémica actuación, más gente haya tomado conciencia de los vínculos entre la Iglesia y el Gobierno ruso.

Un año después de que la banda punk Pussy Riot protagonizara una performance contra el presidente ruso Vladimir Putin en la principal catedral de Moscú –lo que les llevó a la cárcel– una integrante de la banda liberada el jueves dice que no se arrepiente.

Yekaterina Samutsevich afirmó que se alegra de que tras la actuación -la llamada “Plegaria Punk“- los rusos están más conscientes de los estrechos vínculos de la Iglesia Ortodoxa con el gobierno ruso.

“No tengo remordimientos sobre la performance”, dijo en una entrevista afuera de la Catedral de Cristo Salvador. “Muchas personas que no conocían el problema tomaron conciencia de esto: el problema en nuestra sociedad, en la Iglesia rusa”.

Samutsevich, Nadezhda Tolokonnikova y Alekhina Maria realizaron su improvisada acción en la Catedral, el 21 de febrero de 2012, pidiendole a la Virgen María “llevarse a Putin lejos” de Rusia.

El hecho despertó la furia de algunos creyentes ortodoxos y del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, aunque muchos otros pidieron tener clemencia en el caso.

Las tres jóvenes fueron condenadas a dos años de prisión cada una, por vandalismo motivado por el odio religioso, levantando protestas en todo el mundo acerca de la intolerancia de Rusia ante la disidencia.

Las intergrantes de la banda han insistido en que su actuación no estaba dirigida contra la religión, sino a expresar su preocupación por los vínculos cada vez más estrechos entre la Iglesia y el gobierno.

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