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FOTOS | Revelan los detalles de la misteriosa mujer que enamoró a Justin Bieber

La joven llamó la atención del cantante canadiense en Instagram donde pidió ayuda a sus fans para saber más de ella.

En tan solo unos días la vida de la misteriosa joven que enamoró a Justin Bieber cambió para siempre. De ser una desconocida, ahora enfrenta el acoso de los medios y posee una fama que la tiene abrumada. Ahora fue el diario británico Daily Mail el que reveló algunos detalles de la vida de esta joven de 17 años llamada  Cindy Kimberley, que actualmente reside en Benidor,  España.

El periódico publicó el currículum que utiliza la joven para buscar trabajo como niñera en sus tiempos libres. “Yo puedo hacer las compras y ayudar con las tareas. Si usted está buscando una niñera y le gustaría saber más acerca de mí, póngase en contacto conmigo”, señala en el documento la joven.

También se dio a conocer que Kimberley fue recientemente detenida por beber alcohol en la vía pública. Bieber quedó impresionado con la joven española a través de Instagram y escribió “¡Dios! ¿Quién es?”, generando revuelo entre sus fanáticas y la prensa, que de inmediato se volcó en la búsqueda de la joven.

Omg who is this!!

Una foto publicada por Justin Bieber (@justinbieber) el

Desde la publicación de Bieber, Cindy llegó a tener 300 mil seguidores en Instagram y  escribió: “No sé cómo enfrentarme a esto, pero solo tengo Instagram y Tumblr, así que cualquier otra cosa que la gente encuentre es falso (antes usaba una cuenta de Twitter pero la he desactivado)”. Luego le daría las gracias al cantante por el cumplido, y le comentó que lo estaba siguiendo en redes.

Hasta ahora la joven ha tratado de escapar de toda la atención de los medios, que han comparado su belleza con Angelina Jolie y la ex de Cristiano Ronaldo, la modelo rusa Irina Shayk .

Una foto publicada por Cindy Kimberly (@wolfiecindy) el

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Dicho eso no pretendo evangelizar a nadie. No vengo a dictar cátedra ni a levantar un tótem. Simplemente me animo, en este momento del año tan dado a los balances, a hablar de un disco. No el disco. Mi disco. El que, sin avisar, fue compañía, refugio y espejo. En mi caso, ese viaje personal tuvo nombre propio: Twilight Override, de Jeff Tweedy.

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