La actriz Scarlett Johansson, famosa por sus papeles en películas como “Match Point” y “Perdidos en Tokio”, entre otras, no ha tenido “buena suerte” con sus matrimonios, si es que se considera el tener “suerte” estar unido a la pareja “hasta que la muerte los separe”. Estuvo casada entre 2008 y 2010 con el actor Ryan Reynolds (Deadpool, Linterna Verde), pero se separó. Y desde 2014 estuvo casada con el empresario Romain Dauriac, de quien se separó hace un par de semanas.
Por eso Johansson no cree que tenga mucho sentido la idea de unirse a alguien por el resto de la vida. En un entrevista con la revista Playboy, la celebridad dijo: “No creo que sea natural ser una persona monógama”. “La idea del matrimonio es muy romántica; es una hermosa idea y la práctica del mismo puede ser una cosa muy hermosa (…) pero creo que es realmente mucho trabajo. Y el hecho de que signifique tanto esfuerzo para tanta gente, prueba que no es una cosa natural”, agregó.
La también cantante concluyó: “El matrimonio es algo a lo que tengo mucho respeto y que he hecho, pero creo que definitivamente va contra el instinto”. ¿Cuántos casados en el mundo pensarán exactamente lo mismo?
