Este lunes y martes, miles de médicos y enfermeros de Madrid inundaron de blanco las calles y centros de salud para alertar del peligro de la privatización de los servicios sanitarios.
El plan incluye la externalización de la gestión sanitaria de seis hospitales y la no sanitaria de toda la red pública, así como de 27 centros de salud y la Unidad Central de Radiodiagnóstico; la reconversión del Carlos III, el cierre del Instituto de Cardiología, la centralización de laboratorios, la privatización de 26 categorías de personal no sanitario y el cobro de un euro por receta, entre otros.
A la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid pareció no gustarle el tono de la protesta, por lo que se apuró a emitir una instrucción en la que insta a la retirada “inmediata” de los carteles en los que se recojan lemas sobre el pago de cantidades económicas por servicios sanitarios, al entender que “claramente inducen a error a los usuarios”.
Los sindicatos convocantes de la huelga sanitaria contra las nuevas medidas sanitarias que prepara el Ejecutivo regional han criticado el contenido de esta instrucción, al entender que quiere restringir la libertad de expresión del personal sanitario.
La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) de Madrid ha calificado de “antidemocrática” la circular y acusa a la viceconsejera de ser “incapaz de negociar, de razonar y de debatir las actuaciones de la Comunidad de Madrid”, y de intentar “poner límites a la libertad de expresión que garantiza la Constitución”.
Fotos: Huffingtonpost.
