Secciones
Mundo

Más de 1.500 niños palestinos han sido asesinados por Ejército israelí desde el 2000

Así lo informó el ministro de Asuntos Sociales de la Autoridad Palestina, quien además afirmó que otros 6.000 han resultado heridos y más de 10.000 detenidos, 200 de los cuales siguen en las cárceles israelíes.

Más de 1.500 niños palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes desde el año 2000, dijo el Ministro de Asuntos Sociales de la Autoridad Palestina, Kamal Sharafi, en su discurso por el Día de los Niños Palestinos.

Además de 1.520 niños asesinados, otros 6.000 han resultado heridos y más de 10.000 detenidos, 200 de los cuales siguen en las cárceles israelíes, cita la agencia de noticias palestina Maan a Sharafi.

“La protección y el apoyo a los niños deben ser una responsabilidad nacional”, dijo Sharafi, instando a la Autoridad Palestina a que apruebe una ley para la protección de los menores.  

La comunidad internacional ha criticado en varias ocasiones a Israel por el maltrato de menores palestinos. En marzo del 2013, un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) llegó a la conclusión de que los niños palestinos detenidos por el Ejército israelí en Cisjordania son “sistemáticamente” maltratados, que es una violación del derecho internacional.

Cada año, alrededor de 700 niños palestinos de 12 a 17 años de edad son detenidos, interrogados y encarcelados por el Ejército de Israel, la Policía y los agentes de seguridad, de acuerdo con el documento oficial de UNICEF.

Según el informe, los maltratos a menudo comienzan en el momento de la detención, cuando los niños son despertados por soldados armados que luego se los llevan por la fuerza, atados y con los ojos vendados a los centros de interrogación, donde se encuentran en un estado de miedo extremo y privados de sueño.

Notas relacionadas












No creo en el mejor disco del año

No creo en el mejor disco del año

Dicho eso no pretendo evangelizar a nadie. No vengo a dictar cátedra ni a levantar un tótem. Simplemente me animo, en este momento del año tan dado a los balances, a hablar de un disco. No el disco. Mi disco. El que, sin avisar, fue compañía, refugio y espejo. En mi caso, ese viaje personal tuvo nombre propio: Twilight Override, de Jeff Tweedy.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen