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Sangre de San Genaro se licuó por primera vez desde 1884 frente al Papa Francisco

Para la iglesia, este extraño fenómeno no clasifica como un “milagro”, sino que de “prodigio”.

Todo ocurrió este sábado cuando el Papa Francisco se encontraba venerando la reliquia del patrón de Nápoles, San Genaro. Fue en ese momento que la sangre contenida en el artefacto se licuó de manera misteriosa.

A pesar de la expectación que causó el hecho, el pontífice resto importancia a lo sucedido, explicando que el fenómeno significaba que todo Nápoles debía convertirse del todo, en todo de broma.

Sin embargo, otras autoridades eclesiásticas como el Cardenal napolitano, Crescencio Sepe, afirmaron que lo sucedido se trataba de un milagro, debido a que no se licuó durante las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Esto no sucedía en presencia de un Papa desde 1848, año en que la sangre solidificada en la “balsamera”, se hizo líquida ante la presencia de Pío XI. Se trata de un fenómeno que sólo ocurre tres veces al año: el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre en la fiesta de San Genaro y el 16 de diciembre.

Para la iglesia la licuación de la sangre del Patrón de Nápoles no clasifica como un “milagro” sino que de “prodigio”. Aunque para Nápoles tiene un significado mayor. Se dice que cuando esto sucede fuera de esta fechas, se considera de buen augurio, en cambio cuando no ocurre en las fechas estimadas son muchos los que esperan grandes desastres.

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