Es la ruta marítima usada por los habitantes de países como Turquía o Siria para huir de sus países e ir en busca de un futuro mejor. Viajan en embarcaciones sin seguridad, para entrar ilegalmente a algún país europeo. Pero muchas veces el sueño se trunca en la mitad. La última semana, según un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, murieron 700 migrantes en la ruta. Cuarenta de ellos eran niños.
Por su parte, la ONG alemana Sea-Watch difundió una cruda fotografía que en sí misma refleja todo el drama de la migración. En ella, un hombre rescata del mar el cuerpo sin vida de un bebé de pocos meses que se ahogó en el mar durante el trayecto.
Se cree que el menor pudo haber fallecido en el naufragio de dos barcos pesqueros la semana pasada, en el que al menos otros 45 migrantes perdieron la vida.
Drowned baby picture captures week of tragedy in Mediterranean https://t.co/MQ0zwzy9yp
— Reuters Top News (@Reuters) 30 de mayo de 2016
