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Inteligencia rusa contra Reino Unido: acusan que prepara desastre petrolero para culparlos

La acusación del SVR indica que los daños en el transporte de petróleo ruso sería calificado como “amenaza para toda la navegación internacional”.

El Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR, por sus siglas en ruso) señaló que los servicios del Reino Unido planean un sabotaje a gran escala con petroleros en aguas internacionales para declarar el transporte de petróleo ruso como “peligroso“. El motivo, según detectó el servicio de inteligencia, tendría directa relación en influenciar el actuar de Donald Trump.

El plan británico implica perpetrar un sabotaje, según indica la publicación, cuyos daños permitirían declarar el transporte de petróleo ruso como “amenaza para toda la navegación internacional”. Para llevar a cabo su intención, Londres se encontraría elaborando dos escenarios posibles para perpetrar ataque.

El primer caso implica la preparación de un accidente en un estrecho de navegación. El plan de Londres, que propone derramar productos petroleros, entregaría a los países de la OTAN las bases para crear un precedente de inspección de emergencia de buques sobre el cumplimiento de los requisitos de seguridad de navegación y normas ecológicas.

Por su parte, el segundo escenario implica el incendio provocado de un tanquero durante la carga en el puerto de algún país aliado de Rusia. Con tal de ocultar la implicación del Reino Unido, la inteligencia rusa detectó que ambos ataques serían realizados por militares ucranianos, subyugando el incidente a una acción de la guerra que mantienen ambos países.

El SVR informó que el objetivo de dichas operaciones consiste en utilizar el efecto mediático y ejercer presión sobre Estados Unidos y su presidente, Donald Trump, con tal de que se impongan sanciones contra los compradores de petróleo ruso, contrariando incluso sus propios intereses nacionales.

El petróleo es uno de los pilares fundamentales de la economía rusa, teniendo incidencias económicas pero también geopolíticas. Si bien esto le ha permitido resistir parcialmente las sanciones impuestas por la Unión Europea, la hace también muy vulnerable a fluctuaciones del mercado o presiones internacionales más severas, como podría ser la estadounidense.

La publicación además sugiere que el gobierno británico pretende convertir a esos países en “culpables indirectos de la tragedia“.

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