Jair Bolsonaro quedó bajo arresto luego de que el juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, dictara arresto domiciliario en su contra. El motivo sería el incumplimiento de abstenerse a realizar cualquier publicación en redes sociales, según justificó el magistrado. Asimismo, deberá ser sometido a una nueva serie de restricciones.
El ex presidente no podrá usar celular, recibir visitas —salvo que sean de sus propios abogados— ni salir de su residencia sin una autorización judicial previa. En ese sentido, la Policía Federal ya incautó sus teléfonos y recogió los demás aparatos disponibles en su domicilio. A todo esto se le suma la obligación de portar una tobillera electrónica para ser monitoreado constantemente.
La orden, además, establece que nadie podrá ingresar a la vivienda sin permiso del STF, y que los visitantes autorizados, es decir sus abogados, tendrán prohibido utilizar celulares, tomar fotografías o grabar imágenes en el interior, informa el diario brasileño G1. Tampoco podrá tener contacto con otros investigados por las causas que enfrenta, relacionadas con el intento de golpe de Estado luego de las elecciones de 2022.
El endurecimiento de las restricciones en su arresto domiciliario se produce luego de que su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, publicara —y borrara rápidamente— un video en el que su padre se dirigía a sus seguidores en medio de una manifestación celebrada el domingo pasado, en defensa de la amnistía a militares y civiles implicados en el asalto a los tres poderes del Estado en enero de 2023.
Dicho contenido fue interpretado por la Corte como una violación de las medidas cautelares anteriores. “La Justicia es ciega, pero no es tonta“, aseguró De Moraes en su último fallo, añadiendo que el ex jefe de Estado incurrió en “violaciones deliberadas y reincidentes” al utilizar redes sociales.