La alpinista rusa Natalia Nagovítsyna, de 47 años, permanece desaparecida desde el 12 de agosto tras fracturarse una pierna a 7.100 metros en el pico Pobeda, Kirguistán. Tras múltiples intentos de rescate fallidos, lo único que esperan expertos es “un milagro” para hallarla con vida desde un lugar que no ha tenido evacuaciones exitosas desde 1955.
Mijaíl Nagovítsyn, hijo de la montañista, pidió de manera formal a las autoridades rusas y kirguisas que reanuden la búsqueda actualmente suspendida: “Mi madre es una escaladora experimentada (…) en excelente condición física. Estoy seguro de que está viva y quiero que se reanude la búsqueda, y se realice al menos otro vuelo con dron”.
El Comité Estatal de Seguridad Nacional kirguís informó que esta jornada se llevó a cabo una nueva operación de búsqueda y rescate con drones de alta precisión, el cual no obtuvo resultados. “Según el análisis de los datos obtenidos, teniendo en cuenta la combinación de factores, incluidas las condiciones climáticas extremas y la ubicación específica, no se encontraron señales de vida“, explicaron en un comunicado.
La alpinista rusa, que fue declarada como desaparecida por el Ministerio de Emergencias ruso, se rompió la pierna durante el ascenso con tres compañeros: el también ruso Roman Rykov, el italiano Luca Sinigaglia y el alemán Gunther Siegmund. Rykov le prestó primeros auxilios y emprendió la búsqueda de ayuda.
Al día siguiente, el 13 de agosto, los otros dos alpinistas trataron de evacuarla sin éxito, abandonándola finalmente en una tienda de campaña con provisiones y un saco de dormir. Singaglia falleció poco después tras un edema cerebral tras sufrir congelamiento en su mano derecha, causándole una dolorosa agonía.
El pico Pobeda es extremadamente peligroso, llevándose la vida de más de 80 escaladores. De hecho, desde 1955 no se ha evacuado a nadie con éxito. Expertos describen la supervivencia de Nagovítsyna como “un milagro”, dado que permanece en una cresta expuesta con suministros limitados, y las condiciones climáticas adversas dificultan cualquier intento de rescate.