En su primer gran documento como pontífice, el Papa León XIV ha lanzado una dura crítica al sistema económico global, al que acusa de perpetuar una “dictadura” de la desigualdad. La exhortación apostólica Dilexi te (“Te he amado”), de casi 40 páginas y publicada esta jornada, pone en el centro la pobreza y el compromiso ineludible de la Iglesia con los más desfavorecidos, incluidos los inmigrantes rechazados por la sociedad.
“Es necesario que nos comprometamos cada vez más a resolver las causas estructurales de la pobreza“, escribió León en el documento, que recoge y continúa muchas de las preocupaciones sociales del Papa Francisco, fallecido este año. “Las estructuras injustas deben ser reconocidas y erradicadas por la fuerza del bien“, añadió.
León XIV, el primer papa estadounidense, adoptó un tono firme en el documento al insistir en que la preocupación por los pobres es innegociable y critica tanto a quienes promueven teorías económicas de mercado como solución automática, como a ciertos sectores de la Iglesia que “ridiculizan” las obras de caridad y se limitan a “predicar doctrina”.
En un llamado a no ceder a la “mundanización” eclesial, advierte contra buscar favores de las élites a cambio de silencio o privilegios. “Debemos seguir, pues, denunciando la dictadura de una economía que mata“, escribe. “La dignidad de toda persona humana debe ser respetada hoy, no mañana”.
El pontífice también subraya el deber cristiano de acoger a los migrantes, citando ejemplos históricos como Santa Francisca Javier Cabrini, patrona de los migrantes, y reiterando que “donde el mundo ve amenazas, ella (la Iglesia) ve niños; donde se construyen muros, ella construye puentes“.
León firmó la exhortación el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, en un claro gesto de continuidad con su predecesor. Ese mismo día, se reunió con líderes sindicales en Chicago y agradeció su labor con inmigrantes, reafirmando que la Iglesia “no puede permanecer en silencio” ante el sufrimiento de los excluidos, especialmente con aquel grupo.