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1 de Agosto de 2011

Obama tuvo que transar el alza de impuestos para conseguir liquidez y no dejar a EE.UU. en default

Un posible aumento de tributos se analizará recién en la segunda fase del proyecto. En tanto, se garantizó que la próxima discusión sobre el estado de la economía se realizará sólo después de los comicios presidenciales del próximo año.

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“Mi mensaje al mundo es que esta nación y este Congreso están avanzando juntos”, dijo el líder de la mayoría demócrata Harry Reid al tiempo que abrían las principales bolsas asiáticas. “Estados Unidos honrará sus obligaciones”, aseguró por su parte la otra voz potente de ese sector en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Con esos mensajes, los representantes del Partido Demócrata dieron por cerrado el impasse en que se enfrentaron con sus pares republicanos durante el último mes para zanjar cómo Estados Unidos va a elevar su límite de deuda y que llevó a recriminaciones mutuas, enfrentamientos por redes sociales y recados entre los congresistas y los contribuyentes.

“Los líderes de ambas cámaras han llegado a un acuerdo que reduce el déficit y evita la moratoria”, dijo Obama en una alocución en la Casa Blanca anoche. Con esta decisión, la mayor economía del mundo evita suspender sus pagos el 2 de agosto, después de semanas de infructuosas negociaciones y fallidas votaciones en el Congreso.

Pero Obama tuvo que transar su postura inicial de elevar tributos y negociar de manera privada en la Casa Blanca, a partir del sábado, con el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en un hecho clave para dar forma a un proceso marcado por el obstruccionismo a los planes partidistas.

El acuerdo, adelantado ayer por el propio McConnell, aumentará el techo de la deuda lo suficiente para no tener que volver a alzarlo hasta que acabe 2012, y con él las elecciones presidenciales. El plan proyecta una reducción del déficit de 3 billones de dólares en los próximos 10 años, en dos fases y con la garantía de que no habrá aumento de impuestos al menos en la etapa más inmediata.

La primera fase, explicó Obama, rebajará “alrededor de 1 billón de dólares en gastos en los próximos 10 años”, en “recortes que ambos partidos ya habían aceptado durante el proceso” de debate sobre la deuda, y que aparcan las decisiones más polémicas para más tarde. En un segundo paso, un nuevo comité bipartidista en el Congreso deberá emitir antes de noviembre “su propuesta para seguir reduciendo el déficit”, en la que “todo estará sobre la mesa”, incluidos los recortes de impuestos, explicó el mandatario.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, el nuevo acuerdo toma elementos tanto del plan de Reid como el del republicano John Boehner, y permitirá ahorrar 917.000 millones de dólares en los próximos 10 años y elevar el techo de la deuda en 900.000 millones en dos fases antes del final de este año.

Tras una reducción inmediata del déficit de alrededor de 1 billón de dólares, el nuevo comité bipartidista en el Congreso garantizaría al menos otros 1,5 billones menos de déficit, según el diario especializado “Politico”.

Reid y McConnell cerraron ayer las sesiones en el Senado con una convocatoria a sus compañeros de plan la madrugada del lunes, con el fin de analizar el plan en detalle.

Entretelones de la discusión

Ayer, el pleno del Senado acabó virtualmente con el plan sobre la deuda de Harry Reid, quien no logró poner fin al eterno debate en torno a su medida y abrir camino a una votación final sobre ella. No obstante, eso no evitó que Reid anunciara poco después que apoyaría el plan que resultó de las negociaciones entre la Casa Blanca y McConnell, siempre y cuando el resto de demócratas en el Senado decidan respaldar la iniciativa.

“El senador Harry Reid ha suscrito el acuerdo sobre el techo de la deuda a la espera de que el caucus (demócrata) lo apruebe”, dijo su portavoz, Adam Jentleson, en un comunicado.

Tanto el presidente Barack Obama como el vicepresidente Joe Biden tuvieron un papel activo en las negociaciones, que se reanudaron después de que la propuesta de Reid fuera rechazada en la Cámara de Representantes el sábado. Un día antes, el plan del presidente de la Cámara baja, John Boehner, se había estrellado también en el Senado, después de ser aprobada en la instancia inferior.

Mañana se cumple el plazo para elevar el techo de la deuda fijado por el Departamento del Tesoro, que ha advertido que el Gobierno habrá superado entonces su límite de endeudamiento de 14,29 billones de dólares, y se quedará, por tanto, sin fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones.

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