Día de las Américas
"Otros organismos de la región, como el Parlamento Latinoamericano, requieren de un empoderamiento que haga que sus resoluciones sean más vinculantes para los países que la componen, siguiendo el camino de la Unión Europea".
Por Antonio Horvath Kiss
Antonio Horvath Kiss es Senador de la República por Aysén
En el Salón de Honor del Congreso Nacional, en Valparaíso, se celebró el acto solemne que rinde homenaje al Día de las Américas, ocasión en que se inauguró el VIII Foro de la Asociación Nacional de las Mesas Panamericanas de Trabajo.
En 1890, en la ciudad de Washington, se establece la Primera Conferencia Internacional Americana con la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas. El 30 de abril de 1948 se suscribe en Bogotá la carta que crea la Organización de Estados Americanos; proceso que se había iniciado en 1826, mediante el Congreso de Panamá que convocó Simón Bolívar. A partir de 1916 se establecen las denominadas Mesas Redondas Panamericanas, que es la instancia de la sociedad civil acreditada por la OEA, que hoy cuenta con 34 países, además de darle el mismo status a otros 43 estados adicionales, incluida la Unión Europea.
Las referidas mesas representan una muy buena oportunidad para que la participación ciudadana sea escuchada por la OEA, y además de trabajar temas sobre los que se viene trabajando desde hace muchos años, como la educación, la cultura, fortalecimiento de la democracia a los que hay agregar descentralización y medio ambiente.
A nivel panamericano tenemos la Organización de la Salud (OPS), la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en Costa Rica, a través del Pacto de San José, y muchas otras instancias; y como obras, tenemos la Carretera Panamericana, que va desde Alaska hasta el Canal Beagle. Chile ha sumado la alternativa de 2.950 kilómetros entre Puerto Montt y Puerto Williams, quedando pendiente el denominado Tapón del Darién, que permitirá conectar Colombia con Panamá, y de esta forma todo el continente.
Otros organismos de la región, como el Parlamento Latinoamericano, requieren de un empoderamiento que haga que sus resoluciones sean más vinculantes para los países que la componen, siguiendo el camino de la Unión Europea. Existe un proyecto en el cual ésta ha participado con otras organizaciones, como son las radios comunitarias, los municipios, las organizaciones religiosas, ambientales y las de defensa de los consumidores, como el llamado Ciudadanía Ambiental, del que Chile formó parte, que resulta conveniente revivirlo y ampliarlo al resto de los países miembros.
Estas fórmulas de participación llamadas a constituirse en todas las regiones del país para darle a Chile mejor presencia son oportunidades en las que, en la medida que la participación sea considera más vinculante, nos dará mayor aliento para un destino común que se haga cargo de las desafíos de este siglo XXI.
