Este mes hemos visto en los medios de comunicación como un “enjambre sísmico” está afectando a la zona costera de la comuna de Navidad, en la Región de O’Higgins. Pero, ¿será algo para que la comunidad deba asustarse? Analicemos los datos históricos.
Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, donde se libera más del 50% de la energía de este tipo a nivel planetario. Tenemos el récord de contar con dos de los cinco terremotos más fuertes registrados en la historia de la humanidad: el terremoto de Valdivia de 1960, con una magnitud de 9,5, y el terremoto de Cauquenes de 2010, con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter.
En los últimos 20 años, han ocurrido a nivel nacional casi 4.000 sismos con magnitudes superiores a 5,0, algo así como 200 sismos cada año con esas magnitudes, sin contar todos aquellos sismos de magnitudes inferiores.
Entonces, ¿nos debemos alarmar porque han ocurrido 95 sismos en este mes (abril) en el sector de Navidad, de los cuales sólo cinco de ellos han superado la magnitud 5,0? Cuando se transmiten este tipo de noticias, es importante contextualizar que somos un país altamente sísmico y que no sólo en Navidad ha temblado bastante. En la Antártica se han registrado 64 sismos este mes, en la zona costera de la Región de Coquimbo 53 y en la zona de Ollagüe alrededor de 80 sismos, alcanzando en todas ellas magnitudes superiores a 5,0 (datos obtenidos desde el Centro Sismológico Nacional).
Lo importante entonces no es cuánto ha temblado, sino cuán preparados estamos para enfrentar un terremoto, y en este sentido nuestro país es líder mundial en construcciones sismo – resistente y nuestra población ha aprendido a golpes como reaccionar frente a este tipo de eventos. Si comparamos el impacto del terremoto del 27/F de 2010 en Chile, donde sólo fallecieron 521 personas, con el terremoto de Japón el 2011 donde fallecieron 100.000 personas, pese a superarnos ampliamente en recursos, nuestras cifras son mucho más alentadoras que las del país nipón.
De acuerdo a lo anterior entonces, es hora de ocuparnos de otros riesgos de origen natural: el cambio climático esta dejando estragos en el mundo entero y nuestro país esta catalogado como uno de los más afectados de la región.
Los sismos son un riesgo aceptado por todos lo chilenos que viven en este territorio, nos adaptamos y hemos sabido convivir con ellos. Ahora, tenemos que aprender a adaptarnos al cambio climático y sus consecuencias.
