“Ojalá que el pueblo mapuche pueda expresar su repudio frente a estos actos de violencia y pueda reafirmar la fe de la mayoría de ese pueblo que no cree en el camino de la violencia”, añadió el prelado.
En la madrugada de este viernes, al menos 20 encapuchados dispararon y prendieron fuego a una casa patronal en el fundo Lumahue, en la región de La Araucanía.
Las víctimas son un empresario agrícola, Werner Luchsinger, de 75 años, y su esposa Vivianne McKay, calcinados en el siniestro y que recién pasado el mediodía pudieron ser identificados en el Servicio Médico Legal gracias a un registro dental.
Monseñor Ezzati sostuvo que es muy lamentable lo que ha sucedido en el sur de Chile.
“Creo que es un momento muy grave para el país y todos estamos llamados a una reflexión muy profunda para aprender la lección. Nunca la violencia conduce al bien, solamente el diálogo, la justicia puede solucionar los problemas”, apostilló.
Por estos hechos, la policía detuvo a una persona que recibió un impacto de bala de escopeta en el tórax, disparado al parecer por el propio Werner Luchsinger, y fue trasladado al hospital de Temuco.
El hombre, de 26 años, reside en una comunidad mapuche cercana y ha sido identificado como Celestino Córdova Tránsito, padre de cinco hijos, que en años anteriores había sido procesado por ocultación de identidad.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, señaló que en el lugar de los hechos se hallaron panfletos alusivos a la muerte del joven Matías Catrileo, ocurrida a unos 25 kilómetros de allí y de la que ayer se cumplió el quinto aniversario.
Su muerte se produjo en medio de la ocupación de un fundo que era propiedad de Jorge Luchsinger, primo del fallecido hoy.
El presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción en La Araucanía, Emilio Taladriz, dijo hoy tras los hechos de esta madrugada, que en el último año se han registrado 800 atentados y que unos 80 camiones y casas han sido quemadas.
