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25 de Junio de 2013

Portazo de Bachelet a HidroAysén abriría la puerta a crisis energética en 10 años, dicen expertos

Según la ex secretaria ejecutiva de la CNE, María Isabel González, "las centrales de embalse, llámense 
HidroAysén u otras, son necesarias porque son las que pueden dar la base limpia y eficiente". Las alternativas se ligan con la generación térmica, carbón y GNL pero implican un alza en los costos.

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“Creo que no es viable. No estoy a favor”, con estas palabras, la candidata presidencial del bloque PS, PPD, PC, MAS, IC, Michelle Bachelet, cerró la puerta al proyecto HidroAysén el pasado domingo en el debate del Pacto Nueva Mayoría de TVN. Tras esto, los expertos y cercanos al polémico proyecto hidroeléctrico coinciden en que se ha sumado un nuevo elemento al escenario debido a la crisis eléctrica que enfrentará el país entre los años 2015- 2020.

Pese a que la postura de Bachelet no viene sino a sumarse al rechazo explicitado por otros candidatos, cercanos al proyecto, impulsado por Endesa y Colbún, apuntan que esta mirada tendrá su impacto recién hacia el año 2023, considerando que aún no se somete a evaluación la línea, lo que, con suerte, podría ocurrir en 2014. “Siendo optimistas, si demora dos años su tramitación, recién en 2016, estaría listo. A eso hay que agregarle que tomaría unos seis años en tener lista la primera central”, indican fuente de la firma,  agregando que no contar con HidroAysén, detonaría una crisis que partiría en 2023, así “cuando llegue 2020 estaremos llorando por no tener este proyecto”.

La ex secretaria ejecutiva de la CNE, María Isabel González, es enfática al afirmar que las centrales de embalse, llámense 
HidroAysén u otras, son necesarias porque son las que pueden dar la base limpia y eficiente para abastecer la demanda a cualquier hora del día o de la noche, particularmente las que se ubiquen en Aysén, donde los regímenes de los ríos son de carácter glacial y no pluvial, por lo que no dependen del clima”.

De cara a la opción de apostar por la termoelectricidad a través del carbón o el GNL, los expertos indican de éste último que si se logra un precio cercano a los US$ 8 /MMBtu, lo que sería altamente optimista, el costo de generación sería cercano a US$ 90 /MWh. Frente al carbón, la situación no es muy distinta, considerando el rechazo que existe en el país por este tipo de centrales.

Respecto de la alternativa de echar mano a la energía nuclear, la decisión ha sido postergada y podría seguir en stand by, mientras otros países desarrollados, como Japón, no aclaren las posturas en su uso.

Hugh Rudnick, experto de Systep, opina que “el tema central es que aún no sabemos qué se puede construir en energía base. No hay ningún proyecto grande a futuro. Se canceló Castilla, Barrancones, mientras que Punta Alcalde está en duda, y hay que ver qué pasará con Energía Austral. Alto Maipo también tiene problemas. Sabemos lo que no se puede, pero no lo que sí se puede hacer”.

“En estricto rigor HidroAysén es irreemplazable, particularmente por la reducción de costos de producción y baja de precios que produciría esa importante hidroeléctrica (su capacidad proyectada es igual a cerca de la mitad de lo desarrollado en hidroelectricidad hasta la fecha en el país en 120 años), pues no hay como desarrollar símiles hidroeléctricos en el resto del país”, apuntó Francisco Aguirre, de Electroconsultores.

Aguirre incluso añadió en declaraciones a La Tercera que “la candidata está cometiendo el mismo error que cometió el Presidente Piñera (…), que agarró el teléfono y dijo verbalmente que no quería que existiera un proyecto aun cuando cumplía todas las normativas de la época. Me refiero a Barrancones”.

Sorpresa en el comando 

En todo caso, cercanos a la mandataria, admitieron que las declaraciones que llevaron al vicepresidente de HidroAysén, Daniel Fernández, a defender el proyecto a brazo partido este lunes, no representarían los planteamientos del equipo encargado de los temas energéticos de su candidatura. Y es que éstos optarían más bien por promover  una discusión profunda, junto con la ciudadanía, del tipo de matriz energética que se requiere para el país, considerando el usar las potencialidades de Aysén.

De ahí que se reconozca que el portazo de Bachelet causó sorpresa, sobre todo si se tiene en cuenta que los miembros de dicho equipo, en los últimos años se han mostrado a favor de la iniciativa; incluso la misma ex mandataria lo destacó dentro de su estrategia energética en 2008. 
Otro cercano a la candidata, afirma que su intervención es delicada, pues pasaría por alto la institucionalidad ambiental, dañando la confianza que podrían tener los inversionistas y la ciudadanía en el sistema, algo que han criticado al presidente Sebastián Piñera, tras el caso Barrancones.

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