Es una escalada de declaraciones. Por un lado, la presidenta del PS Isabel Allende llamó a su par PPD, Jaime Quintana, a mantener el orden en las filas de los partidos de la Nueva Mayoría, después de que el senador dejara de participar en las reuniones de coordinación con La Moneda, por los cambios de discurso a la hora de abordar la existencia o no de una precampaña de Michelle Bachelet. Quintana respondió asegurando que obviamente se tiene que cuidar la unidad del oficialismo, pero que el ministro de Interior, Jorge Burgos, tiene una “primera responsabilidad, como el conductor del equipo político”.
A modo de protesta, el timonel PPD se recluyó en su agenda legislativa, pero el mismo Congreso fue testigo de las tratativas del ministro de Educación y correligionario de Quintana, Nicolás Eyzaguirre, quien trató de poner paños fríos a la situación, y dar por superada la polémica.
Recordemos que estos hechos, planteados por El Mercurio, ocurren luego de que Burgos insistiera en que hubo gente que usó el nombre de la mandataria para establecer una precampaña, dichos que fueron calificados como “injustos” por Quintana -defendiendo así al ex hombre fuerte de Bachelet, el ingeniero PPD Rodrigo Peñailillo. Burgos dijo que contaba con la autorización de la presidenta, por lo que instó al senador a contactarse con ella si es que no estaba de acuerdo.
La línea del PS y La Moneda
En entrevista el miércoles, la Presidenta Bachelet abordó el sistema de recaudación, en el contexto de las críticas a la existencia de esta precampaña, y manifestó que este se originó en el PPD. El ex presidente del partido socialista, Osvaldo Andrade, insistió en ese punto, asegurando que las acciones de su colectividad iniciaron “al día siguiente de la derrota con (Sebastián) Piñera”, pero especificó que ocuparon recursos propios, alejándose de cualquier eventual vinculación con la recaudación que se le acusa a Peñailillo.
