Simplemente “no hay un puto peso”. Las declaraciones del presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, tienen eco hasta estos días, después de que se refiriera a la magra situación por la que pasa la cuprífera.
También el mismo Pizarro, quien llegó a la firma estatal con la misión de recortar costos, manifestó que la empresa “sería más feliz sin ley reservada del cobre”. Es más fácil comprender esta afirmación al considerar que lo que se entregará a las Fuerzas Armadas por esta normativa secreta –establecida para que puedan financiar medios técnicos y operativos como armas- sería al menos tres veces más de lo que se aportará para el estado.
La presión por derogar esta ley es alta, particularmente desde el oficialismo, pero el ministro Secretario General de Gobierno Marcelo Díaz, desechó esta posibilidad.
En conversación con Radio Concierto, manifestó que “la ley está asociada a una necesidad de financiamiento de la defensa nacional, pero no es tan fácil, hay que discutir con tranquilidad. Hay que enfrentar los problemas con responsabilidad. Esto no está en la agenda de hoy”.
En ese sentido, el ministro hizo un llamado al gobierno corporativo de Codelco. “No es tan simple derogar la ley. Hoy tenemos una prioridad y es el correcto y adecuado uso de esos recursos. Yo no quiero penalizar el debate porque no corresponde, pero el debate debe ser con seriedad y responsabilidad”, concluyó el secretario de Estado.
