El pasado 4 de mayo, Rafael Garay prestó declaración al fiscal José Morales luego de ser formalizado por el delito de estafa en contra de 36 víctimas, por una suma cercana a los $1.800 millones.
La investigación que lleva adelante el Ministerio Público, apunta a que el ingeniero comercial generaba confianza en las víctimas, aprovechándose de su imagen mediática. Posteriormente, ofrecía los servicios de su empresa Think & Co, en que prometía retornos anuales de 18%.
Tal y como lo indica la indagatoria de Morales, Garay recibía el dinero y no lo invertía en instrumentos financieros. Por eso, se sospecha de una estafa piramidal.
El mismo día de la declaración al persecutor, el imputado depositó en la cuenta del Tribunal la suma de $500 mil pesos, con el fin de “reparar el mal causado”, consignó La Tercera.
