A tres días que termine el año, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género dio a conocer un lamentable registro: en 2017 se registraron 41 femicidios en el país, siete casos más que los 34 registrados en 2016. Esto significa un alza de 20% respecto al período anterior.
Según los datos oficiales del Gobierno, también hubo un total de 109 femicidios frustrados, es decir, agresiones que no terminaron con la muerte de la víctima.
Según la legislación chilena (ley 20.480), un femicidio es el “asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente. Este delito es la forma más extrema de violencia contra las mujeres y es una muestra de que en nuestras sociedades todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la libertad y la vida de las mujeres”. Las penas para quienes cometen femicidio en Chile van desde los 15 años y un día de cárcel hasta la cadena perpetua.
El último caso registrado en este año fue el de Y.F.V., joven de 20 años que fue asesinada con un arma de fuego por su novio al interior del domicilio de éste. El hombre se habría quitado la vida luego del ataque. Ella era madre de un niño de 3 años y habría mantenido una relación sentimental con el victimario hace más de un año.
Entre las víctimas hay una ciudadana venezolana, una colombiana, una peruana y una boliviana, todas asesinadas en territorio nacional.
