Según un estudio hecho por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), llamado Estadísticas Vitales, en una década, entre 2005 y 2015, más de 10 mil adolescentes menores de 15 años fueron madres en el país.
De todas formas, la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente, indicó que dicha cifra se ha reducido en los últimos años, ya que pasó de 89,1 nacidos vivos por cada mil mujeres en 1963 a 40,6 en 2015, consigna La Tercera.
Esta cifra “habla de una sociedad en la que no se persiguen los delitos sexuales”, dijo Andrea Huneeus, ginecóloga de la Clínica Alemana, agregando que “no tenemos programas que le enseñen a las jóvenes a protegerse, a defenderse”.
Por su parte, Andrea von Hoveling, ginecóloga infanto-juvenil, integrante de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología Infantil y de la Adolescencia, comentó que “la disparidad ha aumentado y (la maternidad adolescente) se ha mantenido en las clases más bajas, lo que aumenta la desigualdad”.
En la misma línea, Albana Paganini, directora de la Clínica Psicológica de la Universidad Diego Portales, sostuvo que “el embarazo adolescente contribuye a profundizar las inequidades. Según datos del Ministerio de Salud, los porcentajes de adolescentes embarazadas aumentan en las comunas más pobres del país”.
La ley que despenaliza el aborto en tres causales, permite a las menores de 14 años interrumpir el embarazo ya que se establece esa edad como límite para el consentimiento sexual, por lo que un embarazo se considerará siempre como producto de una violación.
