Joaquín Guzmán, más conocido como “El Chapo” Guzmán, enfrentará a la justicia estadounidense a partir de esta semana por narcotráfico. Al líder del famoso y temido cartel de Sinaloa se le acusa de ser autor de delitos de tráfico y distribución de droga, posesión de armas y lavado de dinero.
Extraditado desde México en enero de 2017, arriesga una condena máxima de cadena perpetua debido a que se le imputa, entre otras cosas, del envío de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Un abogado que ha representado anteriormente a otros narcotraficantes estima que el proceso costará “más de 50 millones de dólares”, por lo tanto “se presenta como el juicio más caro de la historia de Estados Unidos”.
Su juicio causa gran expectación. Ante eso, el juez de Brooklyn Brian Cogan y abogados de ambas partes ya han reducido los potenciales jurados de mil a poco más de un centenar, y durante toda esta semana escogerán a puertas cerradas a los 12 titulares y seis suplentes que decidirán la suerte de El Chapo. Solo cinco periodistas podrán entrar a la sala esta primera semana, y no se permitirá el acceso del público.
Incluso los datos de los jurados se mantienen en anonimato, y se dispuso que serán escoltados por alguaciles cada día que vayan a la corte. Además, algunos de los testigos que declararán integran el programa de protección de testigos y han recibido nuevas identidades, y que otros ya están en la cárcel y fueron ubicados en celdas especiales para protegerlos.
El acusado se declara inocente, sin embargo el gobierno estadounidense logró recaudar más de 300.000 páginas de documentos y al menos 117.000 grabaciones de audio, más centenares de fotos y videos como pruebas en su contra.
Por ahora se encuentra aislado, en su celda en la cárcel de Manhattan donde está solo 23 horas al día. Los únicos que están autorizados para visitarlo son sus tres abogados y sus hijas mellizas de 7 años.
Fue capturado por primera vez en 1993 en Guatemala, donde pasó siete años preso en una cárcel mexicana pero se escapó en 2001 escondiéndose dentro de un carro de ropa sucia. Luego, en 2014 fue nuevamente arrestado pero a los 14 meses escapó por un túnel bajo la ducha de su celda. Finalmente, en 2016 fue recapturado luego que se le siguieran las pistas cuando el actor Sean Penn y la actriz Kate del Castillo se reunieron con él para hacer una película sobre su vida.
