Alcalde de La Cisterna cuestiona posible rol del Ejército en orden público: “No los imagino decomisando un carro de sopaipillas”
Joel Olmos hizo un llamado revisar en detalle esta medida y estudiar las atribuciones que tendrían militares en las calles.
El alcalde de La Cisterna, Joel Olmos, se refirió a la posibilidad de que personal de las Fuerzas Armadas sean destinadas a proteger infraestructura crítica en distintos puntos del país, especialmente en espacios públicos con altas tasas de incivilidades y comisión de delitos.
La idea fue planteada durante la primera reunión del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), realizada el pasado 5 de febrero, donde la ministra Carolina Tohá, planteó que “hemos analizado la posibilidad de complementar la presencia policial con el resguardo de perímetros de la infraestructura crítica para que las Fuerzas Armadas tengan una protección disuasiva adicional“.
Entre ellas se incluiría “la estación Intermodal de La Cisterna, Estación Central y los terminales de buses“.
Sobre esto, el alcalde de La Cisterna manifestó que “sucede que se evalúa de manera positiva el efecto que esto ha tenido en el control fronterizo, y también en la Macrozona Sur, pero esto tiene que ver esencialmente con el control del orden público“.
“Es un tema complejo de abordar, porque tiene que ver con cómo se enfrenta la delincuencia. Por ejemplo, la experiencia de la intermodal es que Carabineros, junto al municipio, retiramos en una semana 25 carros de comercio ambulante”, añadió.
Sobre lo mismo, indicó que “la presentación de los militares en el Cosena también planteaba la duda de que no es lo mismo resguardar infraestructura crítica que tener un control del orden público. No me imagino a un militar decomisando un carro de sopaipillas“.
A eso, Joel Olmos sumó que existe una diferencia de fuerzas en casos de comisión de delitos comunes, ya que “los militares tienen armas de guerra, entonces, ¿qué pasaría en una situación de enfrentamiento entre un carterista y un militar?“.
El jefe comunal hizo un llamado a revisar esta iniciativa en detalle, y a poner un “marco de acción para estudiar las atribuciones, dado que la política más efectiva en el control contra la delincuencia ha tenido que ver con lo tecnológico, con el reforzamiento de la capacidad policial, su equipamiento, su estructura, y el de los equipos especiales de fiscalía para la persecución”.
Por último, propuso que las Fuerzas Armadas podrían abocarse a combatir “delitos violentos asociados al enfrentamiento del crimen organizado”, utilizando su “inteligencia policial, perseguir el patrimonio del narcotráfico y hacer un efectivo control de armas, siendo -todas- situaciones que no están asociadas a la presencia militar en el espacio público”.