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6 de Julio de 2022

Bárbara Figueroa debuta en el circuito diplomático boanerense con reivindicación a Las Malvinas

La embajadora en Argentina participó en una de sus primeras actividades como oradora central de la presentación del libro “La Cuestión Malvinas: una hoja de ruta”. En la cita, también estuvo acompañada por sus pares de Venezuela y Bolivia.

Por Carlos Fuentealba Varela – BUENOS AIRES
Bárbara Figueroa, embajadora de Chile ante Argentina, durante la presentación del libro “La Cuestión Malvinas: una hoja de ruta” de Agustín Romero. FOTO DE CARLOS FUENTEALBA VARELA
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Más de tres meses pasaron desde la designación de Bárbara Figueroa (PC) como embajadora de Chile en Argentina, que provocó una airada reacción de la oposición y reclamos de parte de diplomáticos de carrera. Desde entonces, la ex presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores decidió mantener un perfil bajo y tantear el terreno, para saber bien dónde pisaba en cada paso.

Eso hasta la noche del martes.

Figueroa fue la oradora central en un acto de presentación del libro “La Cuestión Malvinas: una hoja de ruta” del investigador trasandino Agustín Romero, que fue organizado por la Casa Patria Grande- dependiente de la Presidencia argentina- y que contó, además, con las exposiciones del embajador de Bolivia, Jorge Ramiro Tapia, y el embajador de Venezuela ante Unasur, Elvis Urbina.

La diplomática nacional reafirmó en su discurso la posición histórica de los gobiernos democráticos  chilenos en apoyo a la reivindicación argentina, que esta última semana adquirió relevancia internacional a partir de un tenso cruce entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.

En el marco de la reunión del G7 en Munich, a la que fue invitada Argentina, Fernández condicionó las conversaciones entre ambos países a “sentarse a negociar” por la soberanía de las islas, lo que fue denegado por el inglés.

El tema, sin embargo, escaló a otro nivel cuando Johnson, horas más tarde, cuestionó la invasión rusa a Ucrania y aseguró que Vladimir Putin era “el ejemplo perfecto de masculinidad tóxica”, que “si fuera mujer, no habría invadido Ucrania”. El mandatario ruso le respondió con una alusión a la guerra 1982: “Sólo quiero recordar los hechos de la historia reciente, cuando Margaret Thatcher tomó la decisión sobre el inicio de las hostilidades contra la República Argentina por las Islas Malvinas”.

Solo una semana después, el gobierno británico prohibió completamente el acceso a las islas Sandwich del Sur y Georgias del Sur, lo que generó una protesta argentina.

Timing con Estados Unidos

Sin ahondar en esta conflagración mundial, la embajadora de Chile focalizó su intervención en la relación bilateral y la perspectiva regional latinoamericana. 

“La posición de Chile se ha manifestado en distintos foros multilaterales, regionales y globales, por todos los distintos gobiernos democráticos y en las declaraciones conjuntas que respaldan a los legítimos derechos argentinos en la disputa de soberanía sobre las islas. Seamos claros al respecto, porque en esto ha sido enfático nuestro gobierno: está vigente la cuestión de Las Malvinas en la agenda regional multilateral y, por cierto, en nuestras relaciones bilaterales”, afirmó.

Figueroa reiteró lo planteado por los presidentes Boric y Fernández en la declaración conjunta de abril, en la que ambos países condenan “ la adopción de medidas unilaterales”, como la tomada ayer por Reino Unido, “no compatibles con lo acordado en Naciones Unidas, que reconoce el derecho que le asiste a argentina de emprender las acciones legales con pleno respeto a los tratados vigentes y al derecho internacional”.

Además, la embajadora chilena instó a Reino Unido a que se siente a negociar con Argentina por la soberanía de los territorios marítimos e insulares el mismo día en que lo hizo el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, ante el Senado argentino. “Es un problema muy delicado; estoy aprendiendo más sobre la cuestión. Pero no se me ocurre nada. Lo único que puedo decir es que me gustaría ver una negociación entre las dos partes”, dijo Stanley.

“Nuestro pueblos la están pasando mal”

En la cita, además, Figueroa hizo un planteamiento sobre la tan mencionada y esquiva integración latinoamericana, con un especial énfasis sobre la funcionalidad que ésta debe tener para solucionarle problemas a los ciudadanos y realizó un crudo diagnóstico de la situación social en ambos países.

“Todos los procesos que estamos discutiendo, las disputas, las tensiones, incluso la pequeñez del debate en que se enfrascan algunos medios de comunicación, no pueden ser obstáculos para señalemos en cada espacio que lo que estamos construyendo no es una cuota de poder. No es que le queramos ganar a otro por una diferencia ideológica o por la pretensión de ser los constructores del futuro. No. Esto se trata de nuestra gente. Nuestros pueblos la están pasando mal. Lo que ocurre con la inflación y el empleo está golpeando a nuestros ciudadanos. Está golpeando a nuestra gente. Nos golpea a nosotros como mundo progresista, porque nos dice en nuestra cara que tenemos que ser capaces de resolver estas cosas porque si no lo hacemos no le podemos ir a hablar a la gente de integración. Nosotros queremos integración y queremos soberanía y respeto a nuestros pueblos para poderles llevar buenas nuevas”, dijo.

La embajadora, por último, señaló la importancia de profundizar en la integración productiva bilateral, que aceleró sustancialmente su agenda desde abril. “No vamos a poder dar respuesta a los fenómenos que estamos viviendo en nuestros países si no nos hacemos cargo de matrices productivas complejas a nivel de la región: encadenamientos productivos, ecosistemas y cadenas de valor que tienen que cobrar un grado mayor de complejidad para que la gente tenga mejores instrumentos, para que la clase trabajadora pueda tener mejores condiciones ante la crisis”, aseguró. 

“La posición de Chile ha sido bastante sólida”

Sobre el final de la actividad, Figueroa fue aplaudida con fervor y sus palabras contaron con el beneplácito de las autoridades presentes.

La diplomática afirmó a EL DÍNAMO que la convocatoria fue “muy significativa e importante. Lo conversamos con Matías, el director de la Casa Patria Grande: la necesidad de fortalecer los lazos, encontrarnos y tener intercambio de experiencias. La convocatoria en torno a este libro de Agustín Romero nos pareció muy propicio para reafirmar una posición que el Presidente de la República fue muy explícito en señalar durante su última visita de abril. 

-En Argentina viven más de 400 mil chilenos, que de vez en cuando se cruzan con este tema y encuentran que aún hay heridas por el apoyo de Pinochet a Thatcher

-Yo hasta ahora no he sentido la presencia del tema en el ámbito cotidiano. En el marco de las reuniones que hemos tenido en Buenos Aires con las distintas organizaciones, así como también en Bariloche, Córdoba y La Rioja, nos han hablado de relaciones de mucha fraternidad y unidad.
No obstante de aquello, sabemos que hay heridas abiertas aún y que persiste cierta lectura sobre el rol que jugó nuestro país en el año 82 que es difícil de retrotraer, pero que sí se puede reparar a partir de la política. Si uno mira la posición de Chile ha sido bastante sólida, sobre todo desde el regreso a la democracia, y todo lo que podamos hacer en este período debería ayudar a ir sanando y curtiendo esas heridas.

-El borrador de la Constitución señala a América Latina y el Caribe como región prioritaria para nuestra política exterior ¿Cree que este tipo de menciones pueda aportar a un mayor sentido de integración regional?

-No me corresponde hacer opiniones sobre la política contingente, en eso tratamos de ser muy cuidadosos. Pero a nivel general, te puedo decir lo que ha dicho nuestro presidente: el desafío de nuestra región y de la integración regional no es solo una cuestión de afinidades entre gobernantes por signos políticos o por maneras de entender los desafíos. Tiene que ver con la configuración mundial, con que estamos enfrentando un tiempo de disputa, de constitución de una nueva geopolítica y de una guerra en la que se fortalecen organismos como la OTAN, que nunca nos imaginamos que volverían a crecer cuando la tendencia tendría que haber sido hacia su extinción como estructura. Frente a ese escenario, un tanto apocalíptico, uno se pregunta qué puede contribuir América Latina ¿Lo podemos hacer solos? ¿O es mejor hacerlo en conjunto? ¿Cómo podemos garantizar la paz? Por eso esta no es una integración de afinidades, sino una integración por el bienestar de nuestros pueblos. Tenemos que mirar esta agenda con mucha atención porque es la salida que van a tener nuestros países. Solos, va a ser muy difícil.

 

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