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15 de Marzo de 2024

Partido único del Frente Amplio: el efecto y eventual liderazgo de la nueva colectividad en el mapa político

Tras la decisión de los militantes de Revolución Democrática y Convergencia Social de fusionar ambos partidos en el Frente Amplio sugieron preguntas sobre el rol que jugará la colectividad en la segunda parte del Gobierno de Gabriel Boric y si será capaz de superar sus divergencias para consolidarse en el tiempo.

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El pasado fin de semana Revolución Democrática y Convergencia Social acordaron su fusión en el Frente Amplio. AGENCIA UNO/ARCHIVO.
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Pese a la baja participación de militantes, que en Revolución Democrática llegó apenas a un 7% y en Convergencia Social a un 23%, el pasado fin de semana ambas colectividades aprobaron por inmensa mayoría la fusión en el Frente Amplio.

De acuerdo con las estimaciones, una vez que se constituya formalmente, este nuevo partido pasará a ser el con mayor número de militantes, además de tener la mayoría de los ministros y ministras del Gobierno. Aquello, sumado al peso específico que adquirirá con sus parlamentarios en el Congreso.

Para conocer qué efectos traerá en el mapa político la aparición de este nuevo partido, e intentar averiguar qué rol desempeñara en los dos últimos años del mandato de Gabriel Boric, EL DÍNAMO conversó con los analistas políticos Nerea Palma y Marcelo Mella.

¿Cambio en el mapa político?

Para la académica del Bachillerato en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Diego Portales, la fusión de ambos partidos podría significar para el Gobierno “la desaparición, al menos en el nombre, de la etiqueta partidaria Revolución Democrática, que le ha costado más de un dolor de cabeza al Gobierno, principalmente por el caso de Democracia Viva“.

“Un desafío importante es que, a pesar de que uno tendería a pensar que son partidos que tienen muchísimo en común, igual hay distinciones que son relevantes y que hemos visto a la luz de la petición de convocar a militares a ciertas comunas para resguardar infraestructura crítica e incluso el orden público. Ahí sí pareciera haber diferencia entre unos y otros, y eso podría ser un desafío en el largo plazo“, aseveró Palma.

Sin embargo, para el analista político y académico del Departamento de Estudios Políticos de la Usach más que un desafío, la fusión de CS y RD en un solo partido responde a “la necesidad de cualquier gobierno de disminuir el nivel de fragmentación dentro del oficialismo“.

“Entonces, este es un ajuste que podría impactar positivamente al gobierno en los dos años que le quedan, pero los efectos se van a ver con el tiempo”, aseveró.

Marcelo Mella, en todo caso, relativiza la posibilidad de que el nuevo partido vaya a cambiar el mapa político.

Hay que ver si se trata de un proceso de unidad esencialmente táctico o tiene una dimensión también programática o ideológica, que no son procesos que se den de manera sincrónica”, dijo inicialmente.

Y ahondó en el tema al plantear que “si quiere jugar un papel como actor principal y no sufrir el destino de coaliciones que prometían renovación pero se quedaron el camino, como Podemos en España, el Frente Amplio tiene que abrirse la posibilidad de movilizar a sectores que no estuvieron en el momento de la formación de los partidos que hoy día son parte de esa colectividad”.

En tanto, para Nerea Palma no se producirá un cambio importante, ya que “desde el punto de vista del ámbito legislativo, el Gobierno siempre ha tenido los votos de Convergencia Social y Revolución Democrática“.

El partido con mayor número de militantes

“Ahora, en términos de suma de militantes, efectivamente sería el partido que tendría más militantes, pero eso no necesariamente es relevante al traducirlo a la arena electoral, no significa que el Frente Amplio ahora va a ser el partido que o sí o sí va a obtener la mayor cantidad de votos“, manifestó Nerea Palma.

Algo con lo que concuerda Mella, quien enfatizó que los partidos hoy día no miden su poder por el tamaño del padrón de militantes, sino por la cantidad de electores que movilizan. “Mucho más importante que tener un padrón grande es el resultado del Frente Amplio de las próximas municipales y en las parlamentarias. Es donde vamos a ver quién es quién“, explicó.

Respecto del papel que desempeñará el Frente Amplio en la segunda parte del mandato de Gabriel Boric, el docente de la Usach estimó que será muy importante, porque con la unificación del Frente Amplio, éste gana peso específico dentro del oficialismo.

“Se trata del espacio político que va a tener la mayor cantidad de ministros y va a tener una cuota de parlamentarios que es muy relevante dentro del oficialismo. Entonces, gana poder, pero tiene que sacrificar diferencias identitarias entre los dos principales partidos que formarán parte de la nueva colectividad. Sumando y restando, se trata de un gana-gana, de un win-win, tanto para el Gobierno como para este sector del oficialismo”, profundizó Mella.

Presión para Boric

Nerea Palma, no obstante, no está completamente de acuerdo con ese análisis y manifestó que “de momento yo lo veo más como una complicación que como algo positivo. Después del plebiscito del 4 de septiembre del 2022 el Gobierno hizo un giro, se alejó de la coalición Frente Amplio y Partido Comunista, y empezó a buscar actores políticos en el Socialismo Democrático“.

Ahora que están dentro de la misma etiqueta partidaria, el presidente Boric va a tener la presión de que las personas de Revolución Democrática van a ser del mismo partido que él. Entonces, quizás puede generar una presión para incorporar a más de estas personalidades dentro del poder Ejecutivo, lo cual podría llegar a ser un dolor de cabeza”, puntualizó la académica de la UDP.

Respecto de la permanencia del Frente Amplio como una fuerza política importante en el tiempo, Palma aseveró que “lo que tiende a pasar naturalmente es que los partidos se tienden a dividir más que a unificar. En el caso de las unificaciones, tienden a pasar cuando un partido político que tiene algún tipo de convergencia programática se une con un partido un poco más grande y evitan que el partido pequeño desaparezca. Y aunque no es el caso exacto, sí creo que Revolución Democrática corría peligro con la etiqueta partidaria justamente por eso de ser reconocido por el caso Democracia Viva“.

Las lecciones que dejó la Concertación

Mella, por su parte, recordó que la historia de la Concertación muestra que es posible sacrificar los proyectos históricos de los partidos por propósitos superiores del país. “Podemos decir que la decisión de las colectividades de abandonar sus proyectos históricos y ponerse al servicio al propósito común de la Concertación rindió los frutos esperados, ya que logró desactivar tanto la amenaza de la extrema derecha como la de la extrema izquierda para la transición”, recuerda el académico.

Y para reforzar su visión del tema, rememoró que “en Argentina el Partido Justicialista ha logrado históricamente contener distintas facciones que encarnan proyectos ideológicos distintos. Entonces, de que se puede, se puede. Pero es un proceso que tendrá que vivir el Frente Amplio para ver si puede aspirar a ser un partido mayoritario“.

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